En medio del traslado, defensores reclamaron que no fueron liberadas 86 figuras de la oposición
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha trasladado a más de 2 mil 800 prisioneros al arresto domiciliario para descongestionar el sistema de prisiones y ayudar a contener la propagación de la pandemia del coronavirus, sin embargo, defensores de la oposición, afirmaron que no había presos políticos como parte de la liberación, Aunque muchos de esos prisioneros fueron detenidos durante las protestas de 2018 contra Ortega que los grupos de derechos afirmaron que dejaron algo más de 300 muertos.
Durante las protestas en Nicaragua, las autoridades encarcelaron al menos 86 figuras de la oposición y simpatizantes de grupos de derechos humanos bajo el gobierno de Daniel Ortega, un antiguo héroe rebelde cuyo último mandato en el poder comenzó en 2007 y que ahora está acusado de dirigir una dictadura represiva.
Ninguno de los 86 presos políticos estaba entre los 2 mil 815 detenidos a los que el ministerio del interior de Nicaragua anunció que habían sido liberados de las prisiones, señaló el abogado defensor Yonarki Martínez a una agencia de noticias internacional.
«Es obvio que no hay respeto por los derechos humanos y la salud de los que se les niega su libertad», afirmó Martínez, la comisión interamericana de derechos humanos pidió la «liberación inmediata» de los presos políticos del país, sugiriendo amnistía, Martínez sugirió que, algunas de esas figuras de la oposición tenían síntomas de Covid-19, incluyendo fiebre y dificultades respiratorias, pero no habían recibido atención médica.
La semana pasada, Amnistía Internacional se quejó de que 12 detenidos de la oposición mostraban síntomas, pero no recibían atención médica, aunque según los datos oficiales, Nicaragua ha registrado sólo 16 casos de coronavirus y tan sólo cinco muertes, y a pesar que, los grupos de la sociedad civil indican que, ha habido al menos 780 casos sospechosos que han sido tratados o registrados como neumonía, el gobierno niega las afirmaciones.
El gobierno de Nicaragua es acusado de esconder la dimensión de la pandemia con fines políticos
Mientras los temores se acrecientan en Latinoamérica, un alto funcionario de la OMS, advirtió contra tratar de predecir cuándo desaparecerá el Covid-19, en cambio, el director de emergencias de la OMS, Dr. Mike Ryan, afirmó que el nuevo coronavirus será difícil de eliminar por completo, sobre todo en países de américa latina y Asia, como Bangladesh o Nicaragua.
Según los últimos datos de la universidad John Hopkins, más de 4,4 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas y casi 300.000 han muerto a causa de Covid-19 y el final del virus puede no estar a la vista pronto, explicó Ryan, «creo que es importante poner esto sobre la mesa: este virus puede convertirse en otro virus endémico en nuestras comunidades, y este virus puede nunca desaparecer».
Según la OMS, se están elaborando más de 100 posibles vacunas contra el coronavirus, pero lo que expresó no fue optimismo sobre «eliminar este virus» si se desarrolla y distribuye una vacuna por todo el mundo. «Esa vacuna tendrá que estar disponible, tendrá que ser altamente eficaz, tendrá que estar disponible para todos y tendremos que usarla».
Pero Ryan señaló que la existencia de una vacuna no garantiza la protección mundial y mencionó que antes de que se presentara la pandemia, los equipos médicos trabajaban con niños pequeños en Samoa que estaban en respiradores: los niños se enfermaron de sarampión y no estaban vacunados contra ella, a pesar de que una vacuna segura y eficaz ha existido durante décadas.
«Perdóname si soy cínico, pero tenemos vacunas perfectamente efectivas en este planeta que no hemos utilizado eficazmente para enfermedades que podríamos eliminar y erradicar, y no lo hemos hecho», explicó, incluso con una vacuna, que cada paso en la lucha contra el virus tiene sus desafíos, pero superarlos servirá como una ventana a los países que trabajan juntos en el camino.
«Es una gran oportunidad para el mundo», dijo. «La idea de que pueda surgir una nueva enfermedad, causar una pandemia y que con una inyección masiva de luna encontrar una vacuna y darla a todos los que la necesitan y detener esta enfermedad en su camino convertirá tal vez lo que ha sido una trágica pandemia en un faro de esperanza para el futuro de nuestro planeta en la forma en que cuidamos a nuestros ciudadanos».
