El rostro detrás de uno de los mayores imperios digitales delictivos

Vyacheslav Penchukov, conocido en el mundo del cibercrimen como “Tank”, pasó casi una década en la lista de los más buscados del FBI. Desde el Centro Correccional de Englewood, en Colorado, donde cumple dos condenas de nueve años, concedió su primera entrevista a la serie de podcasts Cyber Hack: Evil Corp. Durante seis horas distribuidas en dos días, Penchukov ofreció una mirada inédita al funcionamiento interno de las bandas cibernéticas más sofisticadas del mundo.
Carismático y calculador, Penchukov no se define por su destreza técnica, sino por su capacidad para liderar y conectar. Fue cabecilla de Jabber Zeus, una organización que a finales de los años 2000 robó millones de dólares directamente de cuentas bancarias de pequeñas empresas, ayuntamientos y organizaciones benéficas. Solo en Reino Unido, más de 600 víctimas perdieron más de 5 millones de dólares en apenas tres meses.
Del malware al ransomware: una evolución criminal.
Tras el colapso de su negocio en Ucrania por la invasión rusa de Crimea, Penchukov volvió al cibercrimen. Esta vez, se sumó al ecosistema del ransomware, una modalidad más compleja pero mucho más lucrativa. Según sus propias palabras, las bandas que lideró lograban ingresos mensuales cercanos a los 200.000 dólares. En 2020, uno de los ataques más notorios afectó al Centro Médico de la Universidad de Vermont, paralizando sus servicios durante más de dos semanas y generando pérdidas superiores a los 30 millones de dólares.
Aunque niega haber sido el autor directo del ataque, Penchukov admite haberlo reconocido para reducir su condena. También se le ha ordenado pagar 54 millones de dólares en indemnizaciones.
Una red con vínculos estatales.
Penchukov no oculta que algunos grupos de ransomware mantenían contacto con agencias de seguridad rusas como el FSB. “Por supuesto”, responde cuando se le pregunta sobre la colaboración entre hackers y servicios de inteligencia. Aunque la embajada rusa en Londres no respondió a las consultas de la BBC, las declaraciones del exlíder de IcedID refuerzan las sospechas sobre el uso del cibercrimen como herramienta de espionaje estatal.
De los videojuegos al delito digital.
Originario de Donetsk, Penchukov comenzó su carrera en foros de trucos para videojuegos. Pronto escaló hasta liderar Jabber Zeus, utilizando el malware Zeus y la plataforma Jabber para coordinar ataques. En su apogeo, operaba desde una oficina en el centro de Donetsk y terminaba sus jornadas como DJ Slava Rich.
Su captura en Suiza en 2022 fue cinematográfica: francotiradores en los tejados, detención en plena calle y una bolsa en la cabeza frente a sus hijos. Aunque considera excesiva la forma en que fue arrestado, sus víctimas —miles en todo el mundo— difícilmente compartirían esa opinión.




