El amigo de mi enemigo, no es mi amigo, ¿o sí?
Es un delirio estadounidense, tratar de enfrentar al amigo chino contra Rusia
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está tratando de presionar al líder chino Xi Jinping. Para que, como amigo, se una a la campaña de Washington para aislar a Rusia. Pero Beijing afirmó a los estadounidenses que empujaran sus delirios de la Guerra Fría.
A través de una llamada con su amigo, el presidente Xi, Biden intento parecer grande y fuerte. Advirtiendo a China que, si ayudaba a Rusia a mitigar las sanciones económicas occidentales, China también podría enfrentar un castigo financiero similar.
Esta es una señal de los tiempos de disminución del poder global de Estados Unidos. Y el buen amigo de China, efectivamente le señaló, que no contaran con ellos. “China no será coaccionado por nadie», indicó el ministro de relaciones exteriores chino, Wang Yi, al comentar la videollamada anterior entre los dos líderes.
Pero, la clase política estadounidense está tan fuera de sintonía con la realidad, que da risa. El amigo Biden, parece seguir pensando que lo que sea que ellos digan, se convierte en orden para que el resto del mundo lo obedezca.
Biden no se dio cuenta, que el resto del mundo ya aprendiendo a ignorar la duplicidad de Estados Unidos y el intento descarado de dominar a través del dictado.
El presidente chino, si sabe quién es su aligo y quien aparenta serlo
El otro amigo de China, el presidente Vladimir Putin y su homólogo chino, Xi, dieron a conocer una asociación estratégica el mes pasado que precisamente rechaza las ambiciones hegemónicas de Estados Unidos y su geopolítica de la guerra fría de dividir y conquistar.
Mientras, Rusia y China piden un orden internacional multipolar basado en la asociación y el respeto mutuos. Tal visión es intolerable para el capitalismo occidental liderado por Estados Unidos y en la cabeza de Joe Biden.
Beijing entiende que el conflicto en curso en Ucrania es un resultado directo de la hostilidad estadounidense y de la OTAN hacia Rusia. Y de los años de agresión y desestabilización a través del apoyo a paramilitares, nacionalistas y extremistas, que estalló en la violencia actual.
Que Biden exija arrogantemente a Xi que se una a la guerra económica occidental contra Rusia, es la arrogancia estadounidense llevada a niveles sublimes.
Washington logró que sus vasallos europeos se disparen en el pie al frustrar el comercio de energía con Rusia. Y ahora, los estadounidenses quieren que China haga lo mismo.
Lo que no tienen en consideración, es que el poder económico global de China está impulsado por un vasto suministro de gas y petróleo rusos. Este amigo, es de los que no se pueden invitar a una fiesta.
Los estadounidenses quieren sabotear el ascenso de China como potencia económica, y compensar así, su propia desaparición histórica, como lo es, un capitalista en bancarrota.
Mientras Europa se muestra tontamente genuflexa, China, sabe dónde está parada
Por ello Washington, está exigiendo a Beijing que pierda sus relaciones con Moscú. Pero, difícilmente podría ocurrir esta presunción norteamericana, a pesar que toda Europa, ya tomó esa iniciativa.
China puede ver a través de la nauseabunda hipocresía de Biden y otros en Washington. La postura y pontificación estadounidense hacia Rusia sobre supuestas violaciones del derecho internacional en Ucrania. Son repugnantemente absurdas dada la letanía de guerras criminales y destrucción de los Estados Unidos y sus gánsteres de la OTAN.
El propio Biden es personalmente responsable de facilitar guerras criminales en docenas de países durante su carrera política de décadas en Washington. Pero no se trata solo de hipocresía.
El hecho es que los estadounidenses y su mentalidad hegemónica unipolar y ambiciones de dominio llevaron a la crisis en Ucrania. Y China entiende que la única manera de evitar el conflicto es que se establezca un tratado de seguridad mutua para Europa. Que implique negociaciones mutuas con Rusia.
Pero tales negociaciones y tratados de seguridad son anatema para la lógica de la Guerra Fría de Washington y sus socios de la OTAN. Rusia trató de negociar a través de propuestas diplomáticas, pero fue rechazada continuamente por los Estados Unidos y la OTAN.