El agua es primordial contra el virus
La sequía extendida por toda américa ha complicado la situación
La escasez de lluvias y la sequía sostenida ha provocado un colapso en los sistemas de riego y de aguas de diversas partes de norte, centro y Sudamérica, e incluso, miles de personas han tenido que ser abastecidas de agua a través de camiones en aljibes, otros han tenido que perforar pozos profundos en medio de las ciudades y en muchos casos como en el río Petorca de Chile, están completamente secos.
Los pequeños y pobres asentamientos que bordean el río Petorca Ligua una vez confiaron en el río para su fuente de agua, pero durante los últimos 15 años la sequía se ha hecho crónica, como ellos en toda Latinoamérica, los residentes han recurrido a los camiones de reparto que traen agua de otros lugares, al no disponer de agua corriente de la que alguna vez disfrutaron, el agua de las comunidades ahora está estancada, limitada y a menudo contaminada.
Los problemas que trae la continua sequía sólo se han agravado por la amenaza cada vez mayor del nuevo coronavirus, que ha infectado a más de 380 mil personas en todo el mundo, y en repetidos casos, como el del ministerio de salud de Chile, se han dado instrucciones a la gente para que se quede en casa y se lave las manos, pero para aquellos que viven en las zonas afectadas por la sequía, incluso una tarea tan simple parece casi imposible.
Para los que alguna vez vivieron en las márgenes o cercanías de alguna cuenca, verla hoy seca, es más que devastador, por lo que muchos afirman que, todos los días es una lucha para asegurarse de que tienen agua para sus familias.
En algunas partes el agua de los grifos sale en gotas, llenando lentamente los tanques, y en otros casos, los camiones no llegan para llenar las cisternas de agua, dejando a las comunidades sin agua durante días.
La sequía tendrá más consecuencias sobre las gentes que contra la agricultura
«Dicen que tienes que lavarte las manos. ¿Qué puedo hacer?», reflexiona, «desinfecto todo, absolutamente todo, y recojo el poco de agua que tengo para que los niños puedan lavarse», comenta una campesina de Chile, que n o quiso compartir su nombre.
Los desplazamientos debido a la sequía crónica han afectado a más de un pueblo y país en Mesoamérica, que ha visto la movilización más grande de campesinos hacia el norte, sólo superada por poco, por la de los desplazados venezolanos. Muchos se van «Por razones sanitarias», indican y envían a sus hijos a otras ciudades.
La producción de aguacate, una de las principales industrias de Chile y México, es la causa de la sequía, indican los activistas locales, la mayoría de los aguacates se exportan, lo que significa que el aumento de la demanda internacional de aguacates ha llevado a una proliferación de más plantaciones.
En el caso de varias provincias de Atacama, «No es sequía, es robo», dice Nicolas Quiroz, miembro del movimiento por los derechos del agua y la tierra, MAT, una organización no gubernamental, afirma que el gobierno ha estado «ausente» en la crisis, y cree que ha hecho muy poco, demasiado tarde.
«Estamos en una emergencia de salud y no podemos cuidarnos a nosotros mismos como consecuencia de que se nos niegue nuestro derecho al agua», indica, María Paz Bertoglia, epidemiógena de la universidad de Chile, explica que la falta de agua corriente en las zonas secas del país que se extienden a las provincias al norte, es motivo de preocupación.
