Dos proyectos de fusión nuclear avanzan hacia plantas piloto de energía
Del laboratorio a la red eléctrica.
Durante décadas, la fusión nuclear fue vista como un sueño lejano, siempre a “30 años” de hacerse realidad. Hoy, dos proyectos europeos —uno en España y otro en Reino Unido— aseguran estar listos para dar el salto hacia plantas piloto capaces de generar energía neta en plazos mucho más cortos: 10 años en Sevilla y 15 en Oxfordshire.
El proyecto español: SMART y hSMART.
La Universidad de Sevilla lidera el reactor SMART (Small Aspect Ratio Tokamak), que ya logró producir plasma a 10 millones de grados y mantenerlo más tiempo del previsto. Con apoyo financiero de la UE, el proyecto ha evolucionado hacia un diseño compacto y eficiente, basado en imanes superconductores de alta temperatura y una geometría innovadora del plasma.
La segunda fase, hSMART, busca superar los 100 millones de grados Celsius, condición indispensable para alcanzar energía neta. Se estima que podría generar unos 200 MWe, suficientes para abastecer a más de 300.000 hogares.
El proyecto británico: STEP Fusion.
En Reino Unido, el programa STEP Fusion prevé iniciar la construcción de su planta piloto en la década de 2030 y ponerla en marcha hacia 2040. Sus avances se apoyan en los resultados del Joint European Torus (JET), donde se alcanzó el récord de 59 megajulios de energía de fusión sostenida.
El diseño también apuesta por un reactor compacto, con campos magnéticos más eficaces y materiales resistentes como el tungsteno, capaz de soportar temperaturas de hasta 3.500 grados.
Combustible y desafíos comunes.
Ambos proyectos utilizarán deuterio y tritio como combustible. El primero se obtiene fácilmente del agua de mar, mientras que el segundo debe fabricarse a partir de litio. Otro reto compartido es la protección de las paredes internas del reactor frente a las condiciones extremas del plasma.
Un futuro compartido.
Aunque cada iniciativa sigue su propio camino, los investigadores coinciden en que la carrera hacia la fusión tendrá múltiples ganadores. Los avances tecnológicos y científicos ya están generando aplicaciones útiles más allá de la energía, consolidando la fusión como una de las apuestas más prometedoras para un futuro energético limpio y sostenible.
