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Colombia lidia en cambio de drogas por rosas

Las flores suponen la sustitución de cultivos ilícitos en un país cafetero

Las granjas de rosas en las altas sabanas de Colombia, eran un hervidero las semanas antes del día de San Valentín, cientos de operarios enrollan ramos a través de largas filas de rosales, cortando flores rojas profundas y añadiéndolas a una gran pila o cargándolas en sus brazos, acunándolas como a bebés.

Los hombres empujaban carros rebosantes de cajas de rosas rojas, rosas, amarillas y blancas desde los gigantes invernaderos como equipos de una larga cadena de producción, mientras que, los trabajadores recogían las rosas a un muy rápido ritmo, recortando, desarraigando, clasificando y agrupando cada flor en deliciosos ramos que en 48 horas aterrizarían en supermercados de todo el mundo.

Para los productores de rosas en el país sudamericano, las vacaciones son menos un día de amor, y más un sprint de tres semanas hasta el final, Colombia es el segundo mayor exportador de flores del mundo, después de los Países Bajos y las rosas son una de las mayores exportaciones del país junto con el café, el petróleo, el carbón y piedras preciosas.

Este año, Colombia espera exportar más de 1.5 millones de dólares en rosas, alrededor de 660 millones de flores, según datos de la asociación colombiana de exportadores de flores, Asocolflores, la gran mayoría llega a Estados Unidos, el mayor socio comercial de Colombia.

El 14 de febrero, Día de San Valentín, es el día más importante para los cultivadores de rosas colombianos como Fantasy Farms, una granja en las tierras altas cerca de la capital del país, Bogotá, el día solo representa el 20% de sus ventas anuales, indica Dora Chriva, directora de operaciones de la granja.

«Ahora mismo, decimos que estamos 24/7», indicó Chriva, es un día crucial para los cultivadores, aunque la cultura colombiana ni siquiera celebra la fiesta, «la celebración del día de San Valentín requiere trabajo extra», explica, «el volumen de rosas que, tienes para esta celebración ocupa un poco más que tu horario establecido… Trabajamos muy duro durante casi tres semanas en producción para el día del amor».

Rosas Colombia.
En lugar de convertirse en un sustituto, Guzmán indica que, las rosas y los claveles se convirtieron en una «alternativa», creando una nueva industria en el país sudamericano, pero no logrando combatir el comercio de cocaína multimillonario de Colombia.

Con altas tasas de desempleo la industria de las rosas creó 140 mil empleos formales

Pero el comercio de flores sólo despegó en el país sudamericano en la década de 1990, y el crecimiento del comercio, si bien benefició a la economía y al mercado laboral, no tuvo todos los efectos previstos, durante esa década, los cárteles colombianos de la droga dependían del cultivo de la planta de coca para alimentar su imperio y el gobierno colombiano estaba buscando maneras de frenar la producción de drogas.

Para ofrecer incentivos a los cultivos alternativos, bajo la administración del presidente George Bush, se aprobó la ley andina de preferencias comerciales que, redujo los derechos sobre productos agrícolas como las flores para Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, «La economía colombiana necesitaba diversificarse lejos de las economías ilícitas, principalmente centradas en el narcotráfico», indicó Sergio Guzmán, director de análisis de riesgos de Colombia.

Colombia utilizó un agresivo programa de fumigación aérea, rociando esos cultivos con glifosato, un producto químico que causa cáncer, entre principios de la década de 1990 y 2015, cuando se suspendió la práctica de fumigación, pilotos estadounidenses y policía colombiana rociaron 17,8 millones de hectáreas en Colombia y si bien el esfuerzo casi erradicó la producción de coca, el método fue profundamente controvertido.

Al mismo tiempo, el gobierno promovió alternativas legales como las flores, rosas y café, por lo que las exportaciones de flores crecieron constantemente y entre 2001 y 2020, las exportaciones de flores de Colombia se dispararon de 630 millones anuales a un estimado de 1 mil 500 millones de dólares, según los datos de Ascolflores, hoy en día, alrededor del 80% de las rosas que bordean los estantes del mercado mundial provienen de Colombia.

Pero incluso cuando la industria de las flores floreció, las rosas y otros cultivos no pudieron llenar el vacío de la coca, indicaron los analistas, «hay que entender el problema de la guerra contra las drogas y, en parte, la producción de cocaína en Colombia es que la demanda es inflexible», señaló Guzmán, «Hay una demanda inelástica de drogas».

Fuente
LaOpinionJstor

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