PolíticaSucesosSudamérica

Al fin un presidente para Perú

Pedro Castillo es declarado presidente electo por la ONPE y la JNE

La oficina nacional de procesos electorales, ONPE, del Perú, anunció que Pedro Castillo, del partido de izquierda Perú Libre, es el nuevo presidente electo, después de que todos los registros de votación electoral se hubieran contado en la segunda vuelta.

El maestro de escuela, abiertamente de izquierda, se elevó a ser presidente de un país extremadamente polarizado. Ahora se dispone a cambiar la cara del Perú y hacerlo más humano.

A principios de este mes, el ahora presidente electo peruano Pedro Castillo superó a su competidora de derecha Keiko Fujimori de Fuerza Popular. Durante la segunda vuelta electoral. Con un estrechó margen de 0.28 por ciento.

Sin embargo, Fujimori se niega a ceder. A raíz de la segunda vuelta pidió al tribunal nacional electoral o JNE, que anulara los resultados en 802 colegios electorales, lo que equivale a 200 mil votos.

Durante la primera vuelta de las elecciones presidenciales, José Pedro Castillo Terrones, un líder sindical y político, pasó completamente desapercibido para la mayoría de los medios de comunicación, analistas y científicos sociales.

Pedro Presidente del Perú.
Castillo no descarta nacionalizar la industria minera, así como la extracción de petróleo y gas y revisar el sistema de pensiones del país para favorecer a los trabajadores.

«El tiempo dirá si el presidente electo, puede implementar efectivamente su programa revolucionario”.

«Prácticamente nadie consideraba a Castillo como un posible candidato para la segunda vuelta», señala Carlos Mamani Aliaga, sociólogo y analista peruano de Proyecto Patria de Cajamarca.

«Ya en la segunda vuelta, estuvo en el escenario en dos debates con Keiko Fujimori demostrando que obviamente no tiene formación como estadista. Más, sin embargo, a pesar de todo, logró dar una buena pelea en los debates».

Al comentar el fenómeno de Castillo, llama la atención sobre la profunda brecha entre la capital y la provincia del país. Las tierras altas del centro, sur y el este de la Amazonía difieren mucho de la ciudad capital de Lima, siendo una especie de «mundo paralelo».

Si bien Lima, que representa la friolera del 30 por ciento de la población del país, es claramente «adversa» a Castillo, fue muy popular en la provincia.

«Su imagen de hombre provinciano y humilde ha logrado resonar entre millones de peruanos de las tierras interiores. Se identifican plenamente con su discurso provincial, nacional y popular», señala Mamani.

Castillo es un «conservador revolucionario» al estilo peruano, con «un impulso por la justicia social». Castillo «ha logrado capturar el inconsciente colectivo peruano» que en términos generales siempre ha sido «culturalmente conservador».

Pro familia y pro vida, no tiene nada que ver ni con el progresismo de izquierda globalista ni con el conservadurismo elitista de derecha.

Pero no hay que subestimar el hecho de que Castillo también es un cristiano evangélico, Señala Viani. El presidente electo se opone vehementemente a legalizar el aborto y permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, contrariamente a los típicos progresistas de izquierda.

Fuente
ElConfidencialASDW

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba
Translate »
error: