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Banco Mundial: Aumentó la desigualdad

El Banco Mundial advierte sobre la desaceleración del crecimiento y la ampliación de la desigualdad

La economía mundial está entrando en una fase de «desaceleración pronunciada», advirtió el Banco Mundial. La variante ómicron del coronavirus y el triple golpe de la inflación en alza, los altos niveles de deuda pública y el aumento de la desigualdad de ingresos amenazan las recuperaciones en las economías emergentes y en desarrollo.

El último informe de Perspectivas Económicas Globales del Banco Mundial prevé el decrecimiento económico mundial y aumentará la desigualdad.

La economía se reducirá del 5,5% en 2021 al 4,1% en 2022. Una perspectiva más pesimista que su llamado de junio para un crecimiento del 4,3% este año.

A lo largo de la pandemia, el banco dio la voz de alarma sobre los crecientes niveles de desigualdad tanto dentro como entre las naciones, y su última perspectiva no es una excepción.

Más desigualdad.
La última perspectiva del organismo financiero multilateral, afirma que su última perspectiva no es una excepción del decrecimiento mundial.

La desigualdad se agranda en la medida que la economía se encoge

En las economías en desarrollo, muchos gobiernos carecen del poder adquisitivo para impulsar el crecimiento. Mientras tanto, el aumento de los precios de activos como las acciones y los bienes raíces continúa haciendo que los ricos sean aún más ricos.

Esto, aviva la inflación que afecta especialmente a los hogares de bajos ingresos, lo que impulsará a su vez la desigualdad entre unos y otros.

A diferencia de las economías más desarrolladas, los países emergentes y en desarrollo tienen menos margen de maniobra monetaria. Lo que permite que la inflación se caliente.

Muchos ya subieron las tasas de interés varias veces para mantener las presiones sobre los precios bajo control. Pero esa herramienta de política también enfría la actividad económica.

El resultado: el aumento de los costos de endeudamiento aumenta las posibilidades de que las economías en desarrollo y emergentes puedan experimentar un «aterrizaje forzoso». Es decir, que la actividad económica se recupera rápidamente de un golpe, solo para desacelerarse bruscamente.

«Esta creciente divergencia de fortunas es especialmente preocupante dada la posibilidad de descontento social en los países en desarrollo», advirtió el banco.

La creciente desigualdad se está exacerbando por la creciente incertidumbre a medida que las infecciones por ómicron se propagan rápidamente, señaló el banco.

Lo que interrumpe la actividad económica, que ya se ve obstaculizada por los cuellos de botella de la cadena de suministro.

Esos bufidos de suministro están dejando a las naciones más pobres «últimas en la línea de suministro global», afirmó el banco. Estos países con bolsillos más profundos los superan en ofertas por bienes escasos.

Fuente
BancoMundialSwissInfoFrance24

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