El aumento de los asesinatos por las Maras, estimula el miedo en El Salvador
Los asesinatos de más de 80 personas en El Salvador durante el fin de semana han tenido un efecto escalofriante en la población en general y han preocupado a los defensores de los derechos humanos que ya están preocupados por el enfoque del gobierno hacia la violencia de las pandillas y su racha autoritaria.
Solo el sábado, 62 personas fueron asesinadas, en el día más violento del país en 20 años. La nueva oleada de violencia aparentemente sin sentido contra los salvadoreños fue atribuida a las Maras MS-13.
Es probable que las Maras, tengan como objetivo enviar un mensaje al gobierno de Bukele. Varios expertos en seguridad explican que las pandillas actúan a las negociaciones oscuras para reducir la violencia a cambio de privilegios que el gobierno niega vehementemente.
«Muestra las debilidades del supuesto pacto entre el gobierno y las Maras», indicó José Miguel Cruz. El director de investigación del Centro Kimberly Green para América Latina, indica que las pandillas, están de vuelta.
Las Maras tienen el control del país a pesar de Bukele
«Lo que también está claro es que el gobierno no tiene un control completo de lo que sucede en términos de seguridad. Otros actores deciden cuándo ejercer la violencia con total impunidad y de manera arbitraria», indicó el funcionario.
Desde al menos la década de 1990, la MS-13 y Barrio 18, las Maras criadas en las calles de Los Ángeles, operaron en El Salvador. Lo que finalmente convirtió al país en el más violento del mundo en 2015.
Los homicidios disminuyeron en El Salvador desde entonces, cuando más de 6 mil 600 personas fueron asesinadas en un país de unos 6,5 millones de personas.
La caída se hizo aún más drástica cuando el presidente Nayib Bukele asumió el cargo en 2019. Y ya para 2021, los homicidios en El Salvador habían disminuido a 1 mil 140.
Los resultados solo fueron comparables a un período años antes, cuando se había alcanzado una tregua negociada entre el gobierno y las pandillas, por lo que los analistas inmediatamente comenzaron a especular que Bukele estaba haciendo lo mismo.
Bukele insistió en que su plan de seguridad, conocido como Plan de Control Territorial, era el responsable. El plan nunca se hiso público, y el gobierno solo compartió detalles vagos sobre el aumento de la aplicación de la ley y la focalización de ciertos municipios.
Un informe de 2020 del International Crisis Group, analizó los datos de homicidios en las áreas donde se implementó el plan. Descubriendo que no respaldaba la afirmación del presidente de que su programa resultó en la disminución de los asesinatos.
En septiembre de 2020, el medio de investigación salvadoreño El Faro también reveló que Bukele negoció con las maras MS-13, para una reducción de los homicidios.
