Mientras buscan fondos para afrontar la pandemia y les bloquean insumos necesarios
Desde abril, Venezuela, que ha estado luchando bajo una cuarentena Covid-19 mientras estaba paralizada por las sanciones estadounidenses, exigió que el banco de Inglaterra vendiera parte de las reservas de oro que ha mantenido allí para ayudar a financiar los esfuerzos del país para combatir la pandemia. Venezuela ha iniciado acciones legales contra el banco de Inglaterra para tratar de obligarlo a liberar oro venezolano con valor de 930 millones de dólares. El oro es retenido, tras las sanciones británicas y estadounidenses a Venezuela.
Venezuela expresa que quiere que el banco de Inglaterra venda parte de las reservas de oro venezolanos para utilizar los fondos para combatir la propagación del coronavirus. Venezuela indica que ha acordado que el dinero se envíe directamente a las naciones unidas para garantizar que no se utilice para otros fines.
El banco central venezolano ha presentado una reclamación legal en un tribunal comercial en un esfuerzo por obligar al banco de Inglaterra a transferir 1 mil 137 millones de dólares de su oro, mantenido allí, para financiar la respuesta contra el Covid-19 del gobierno, informaron medios internacionales citando un documento presentado en un tribunal de Londres.
De fecha 14 de mayo, la reclamación indica que el banco central venezolano «busca una orden que obligue al banco de Inglaterra a cumplir con la instrucción propuesta». Venezuela, que ha estado en cuarentena coronavirus desde marzo, espera que el valor del oro sea transferido al programa de las naciones unidas para el desarrollo, PNUD para ser utilizado posteriormente para la compra de suministros de salud, medicinas y alimentos, como se detalla en el punto de venta.
Venezuela ha registrado hasta ahora 749 casos de coronavirus según la Universidad Johns Hopkins, con 10 muertes por enfermedad respiratoria. Y el gobierno de Nicolás Maduro ha estado tratando de vender algunas de las reservas de oro del país como medio de recaudar fondos en medio de la actual crisis sanitaria y las medidas de cuarentena que ha conllevado.
La situación se ha agravado por la caída en picado de los precios mundiales del petróleo y la paralización de las sanciones estadounidenses. «El arrastre de pies por parte del Banco de Inglaterra está obstaculizando críticamente a Venezuela y a los esfuerzos de la ONU para combatir el Covid-19 en el país», señaló Sarosh Zaiwalla, un abogado con sede en Londres que representa al banco central de Venezuela.
Los petroleros iraníes, partieron la segunda semana de mayo rumbo a Venezuela con un cargamento que se supone pagarían con oro
La reclamación legal reportada, se produce después de una solicitud hecha por el gobierno de Nicolás Maduro en abril al banco de Inglaterra que, actúa como custodio de oro para varias naciones en desarrollo, para vender algunas de sus reservas de oro guardadas allí y dirigir los fondos a la ONU para que puedan ser utilizados para ayudar a Venezuela a los esfuerzos de Venezuela para combatir la pandemia Covid-19.
En otro foco de información, los primeros informes de cinco petroleros iraníes, Fortune, Petunia, Forest, Faxon y Clavel, cruzando el mar Atlántico, surgieron el 15 de mayo, con el medio de comunicación en línea Al-Masdar News sugiriendo que navegaban hacia Venezuela, sin revelar la fuente de la información. Los servicios de monitoreo marítimo no dieron ninguna indicación de que los buques se dirigían hacia el país latinoamericano.
El portavoz del ministerio de relaciones exteriores iraní, Abbas Mousavi, ha advertido que «los propios Estados Unidos tendrán que sufrir repercusiones que surjan de cualquier medida impensable que pueda tomar» contra los petroleros iraníes con destino a Venezuela.
«Si los estadounidenses tomaran alguna medida contra el movimiento libre y legal de nuestros buques alrededor, enfrentarían nuestra respuesta decisiva», señaló Mousavi a los periodistas y añadió, » Si a Estados Unidos, no les gusta un país, esto no le da motivos para impedir el comercio legal entre los países, tomarlos bajo sanciones o causarles problemas”.
Venezuela tiene una de las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, pero su crudo es pesado y requiere un nivel considerable de tecnología para ser refinado. Caracas ha tenido problemas para mantener sus refinerías desde que Estados Unidos introdujo sanciones, principalmente contra su industria petrolera, lo que la cortó a muchos fabricantes de equipos. Las sanciones estadounidenses no sólo han exacerbado la crisis económica en el país, sino que también han dado lugar a la escasez de combustible.
