Desde el fin del año pasado la cantidad de combustible no cubre la demanda
A pesar de que los venezolanos se han enfrentado a una escasez generalizada de gasolina desde que comenzó el bloqueo norteamericano, a partir de este lunes y a pesar de contar con algunas de las reservas de petróleo más grandes del mundo el gobierno bolivariano no pudo distribuir los suministros a las estaciones de combustible a tiempo, dejando a cientos de miles haciendo largas e interminables colas para surtir combustible.
En Caracas, la capital venezolana, que al ser el centro político de Venezuela generalmente se prioriza para la entrega de combustible, según se informa, muchas estaciones de servicio tenían grandes colas de conductores que esperaban hasta una hora para repostar.
En estados como Lara y Táchira, muchos conductores se han visto obligados a llegar en las primeras horas de la mañana para garantizar el acceso al combustible y en algunos casos, las estaciones de servicio se cerraron por completo debido a la falta de suministro de combustible.
El secretario general del sindicato de trabajadores del petróleo, Iván Freites, notificó que la falta de suministro de combustible fue el resultado de la paralización de muchas de las refinerías de petróleo del país, todas las cuales están controladas por la compañía petrolera estatal de Venezuela, PDVSA.
A pesar de tener las mayores reservas de petróleo del mundo después de Arabia Saudita, la escasez de gasolina en los últimos años se ha convertido en parte integral de la vida de los venezolanos comunes.
Después de la nacionalización de prospera industria petrolera en 2002, Hugo Chávez promovió los subsidios a los combustibles pesados como parte integral de su revolución socialista, pero debido a la hiperinflación estratosférica a la que está sometida la economía venezolana, el costo de la gasolina ahora es equivalente a solo una fracción de un centavo de dólar.
El martes, la compañía envió seis tuits promocionando entregas de combustible en varias partes del país
La nacionalización de la compañía, la consecuente mala gestión y las sanciones impuestas por Norteamérica, han provocado ineficiencia crónica de la empresa y un éxodo de trabajadores que ha paralizado su producción de petróleo a un punto muerto.
El año pasado, la producción de petróleo cayó a un mínimo de 30 años de menos de un millón de barriles por día, en comparación con los 3,2 millones de BPD, el pasado año pasado, la agencia internacional de energía también advirtió que la industria estaba al borde del total colapso.
Como resultado, el gobierno de Maduro se ha visto obligado a importar su combustible de aliados como India, Rusia y China, pero continúa luchando contra el bloqueo norteamericano, que ha incautado todos los bienes venezolanos, incluyendo el grupo de refinerías de Citgo y la prohibido a sus socios comerciales con Venezuela, con lo que el país se ha visto limitado para hacer sus pagos a tiempo o en absoluto.
Según los datos de seguimiento del buque tanque Refinitiv Eikon y los documentos internos de PDVSA, las importaciones de combustible cayeron de 210 mil BPD en octubre a 135 mil BPD en noviembre.
Desde marzo del año pasado, Venezuela también ha experimentado repetidos cortes de energía que han paralizado su capacidad básica de funcionamiento, forzando también el cierre de escuelas, hospitales y otros servicios públicos esenciales.
Maduro ha atribuido en repetidas ocasiones los apagones a un supuesto ataque de los EE.UU., a la red eléctrica del país destinado a socavar su régimen, aunque nunca ha proporcionado ninguna evidencia de tales afirmaciones.
