Violando la cuarentena los venezolanos salen a la calle a hacer interminables colas
Aunque ha mantenido la estadística de contagiados muy baja, imágenes de grandes multitudes de venezolanos que se congregan en las calles, para comprar suministros limitados de gasolina que surgieron en las redes sociales, pueden dar un cambio del panorama, mientras el presidente Nicolás Maduro ha impuesto una cuarentena nacional obligatoria, que pocos venezolanos siguen a rajatabla.
Los venezolanos están experimentando una escasez extrema de gasolina a pesar de sentarse en las segundas mayores reservas de petróleo conocidas en la tierra, producto de años de sanciones unilaterales de Estados Unidos, que han dejado a la petrolera nacional, Petróleos de Venezuela, PDVSA, sin posibilidades de suministrar combustible al país.
Medios anunciaron que una estación de servicio en Valencia, estado de Carabobo, en el norte de Venezuela, vendería pequeñas cantidades de gasolina, creando una multitud tan grande de venezolanos que, cubrían lo que parecía ser una gran carretera cerca de la estación, la mayoría estaban en motocicletas, esperando un envío prometido de gasolina para llenar sus tanques, aunque pocos en los videos, parecen llevar máscaras, y pocos están a más de un metro de distancia o más, la distancia recomendada para evitar que el coronavirus se propague.
En las imágenes muestran a los venezolanos violando casi todos los aspectos de la orden de cuarentena obligatoria impuesta por el gobierno, que ha denominado extrañamente «voluntaria» a pesar de ordenar que todos la obedezcan, pero además de no usar máscaras y crear grandes multitudes apretadas, el gran número de personas sugiere que muchos que esperan la gasolina no son trabajadores esenciales, las únicas personas que pueden estar afuera.
La multitud de venezolanos que inundó las calles también creó más tráfico de automóviles, ya que varios carriles de la autopista fueron cerrados por el tráfico peatonal, la situación de Valencia no era infrecuente a nivel nacional, ya que Venezuela se enfrenta a una grave escasez de combustible que, para empeorar la situación, los funcionarios del gobierno han limitado cuántas estaciones de gasolina pueden abrirse a la vez y cuando la gente puede salir a realizar negocios esenciales, como comprar alimentos.
El resultado son multitudes más grandes en las pocas gasolineras abiertas y largas colas de venezolanos en los supermercados durante las limitadas horas de trabajo, en el estado Sucre, al oeste de Caracas, las unidades socialistas locales han impuesto horarios para que varias partes de la ciudad puedan participar en negocios esenciales sólo en horas asignadas.
Los venezolanos, no han podido quedarse en casa, mientras buscan desesperadamente combustible en plena crisis
«Ves el gran número de personas cuando limitas las empresas a abrir sólo seis horas al día, indicaron testigos presenciales, otros expresaron su preocupación por el hecho de que las limitadas horas de movilidad para comprar alimentos y bienes no desaparecerían después de la conclusión de la pandemia, dada la historia de este gobierno, de una supuesta represión contra los los derechos humanos.
En el estado Miranda, la situación es similar, las multitudes se reunían en las horas limitadas especificadas para comprar alimentos, exacerbando en lugar de limitar la proximidad social, allí, sin embargo, algunos comerciantes están tratando de limitar el contacto social desafiando las reglas del gobierno y haciendo negocios durante las horas «ilegales».
«Trabajo un rato, luego de nuevo un rato, porque la policía nos quita, pero volvemos cuando se van», indica un tendero en otras partes del país, las multitudes se reunieron no para comprar nada, sino para protestar por su incapacidad para comprar gasolina, como en el estado de Falcón, al noroeste de Venezuela, donde la guardia nacional bolivariana, repelieron a los manifestantes que exigían el acceso a combustible con gases lacrimógenos.
La semana pasada, protestas similares estallaron en la capital, Caracas, por falta de acceso al agua, expertos médicos consideran lavarse las manos y limpiar las actividades más importantes para prevenir la propagación del coronavirus, pero la infraestructura colapsada de Venezuela ha dado lugar a que muchas familias se hayan visto obligadas a racionar el agua, ya que pueden acceder a suministros limpios sólo durante períodos cortos de tiempo a diario o incluso semanalmente.
Venezuela, el país sudamericano, que una vez tan rico en petróleo y en el que muchos pudieron obtener gasolina gratis o a precios exorbitantemente baratos, se ha visto mermada en 2020, ya que los niveles de producción de petróleo de PDVSA habían disminuido en más del 90% de las cantidades obtenidas antes de que el fallecido Hugo Chávez nacionalizara la compañía.
Debido al bloqueo comercial impuesto por Donald Trump, desde el pasado año, el petróleo venezolano, que una vez pagó alianzas con toda la región, es tan difícil de encontrar que Maduro ha recurrido a importar gasolina y combustible diésel de aliados como China y Rusia a cambio de lealtades a sus respectivos gobierno y deudas depredadoras.
Los venezolanos también han sufrido las consecuencias de la pandemia del coronavirus, también ha dado lugar a una amenaza significativa para el ya escaso suministro de alimentos de Venezuela, también destruido por el bloqueo de Washington al gobierno socialista.
