Luego del establecimiento del bloqueo, se desmantela el dialogo
Nicolás Maduro, presidente venezolano, ordenó a los representantes de su gobierno no viajar a Barbados para las conversaciones programadas con la oposición política a partir del jueves, debido a la aplicación de sanciones de Estados Unidos por este estancamiento.
El presidente venezolano, «ha decidido no enviar a la delegación venezolana» a las conversaciones el jueves y el viernes con representantes del líder opositor Juan Guaidó «debido a la grave y brutal agresión», que, «continuamente… lleva a cabo por la administración Trump contra Venezuela», ha expresado Nicolás Maduro.
Las dos partes comenzaron a reunirse en Barbados en julio para buscar una solución al estancamiento político en el país.
Además, Maduro denunció que el «intento de asesinato», el ataque con drones ocurrido durante un desfile militar el pasado año, ha revelado que ya habían «identificado a las personas que fabricaron los explosivos y prepararon las armas y sus enlaces internacionales» y realizaron una serie de arrestos.
«Los venezolanos han notado cómo el líder de la delegación de la oposición, Juan Guaidó, ha celebrado y promovido estas acciones que son perjudiciales para la soberanía nacional», comentó el ministerio de información en un comunicado.
Las sanciones de Estados Unidos a Venezuela para cortar el financiamiento de Nicolás Maduro, «Venezuela está dispuesta a revisar los mecanismos de este proceso para que su continuación sea efectiva y esté en sintonía con los intereses del pueblo».
¿Nicolás Maduro ha sucumbido a la presión o está ganando tiempo?
Carlos Pina, un analista político venezolano, afirmó que la reacción de Nicolás Maduro a las últimas sanciones de Estados Unidos «era predecible», pero la decisión «no implica que el gobierno abandonará la mesa de negociaciones de forma permanente» y agregó que Caracas podría estar tratando de ganar tiempo.
El lunes, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la congelación de todos los activos del gobierno venezolano en los Estados Unidos y prohibió las transacciones con Venezuela.
La medida de Estados Unidos, que sigue a varias rondas de sanciones contra Maduro, incluye la autorización de sanciones contra «personas extranjeras» que brindan apoyo a su gobierno, expresó el martes el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, calificó las últimas sanciones de Estados Unidos como una «amenaza global» y un ataque a la propiedad privada, «todos los países que tienen inversiones en Estados Unidos deberían estar muy preocupados porque esto sienta un precedente peligroso contra la propiedad privada», comentó.
Sin embargo, Pina, cree que, dado que Venezuela ya había sido golpeada con sanciones previas sobre sus sectores petrolero y financiero, la última ronda de sanciones económicas «no se traduce en un cambio radical».
Juan Guaidó manifestó que podría ayudar a Nicolás Maduro, a abandonar el palacio presidencial, Miraflores, «de esa manera las sanciones se levantarán mañana», y agregó que las sanciones son «sanciones para quienes roban y se benefician de la miseria».
El país rico en petróleo y pobre en efectivo ha estado en una profunda recesión durante cinco años. La escasez de alimentos y medicinas es frecuente, y los servicios públicos están fallando progresivamente.
Según las Naciones Unidas, alrededor de una cuarta parte de la población de 30 millones de habitantes de Venezuela necesita ayuda, mientras que 3,3 millones de personas han abandonado el país desde principios de 2016.
