Gobierno español expulsa cuerpo diplomático en respuesta reciproca a Jeanine Añez
El gobierno español ha declarado a tres individuos de la misión diplomática boliviana «personae non gratae» en un movimiento de ojo por ojo cuando una disputa diplomática se profundizó con la antigua colonia de Madrid, la medida se produjo el lunes después de que la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, indicó que La Paz expulsaría al embajador de México y a dos diplomáticos españoles por un supuesto intento de extraer un ex asistente del gobierno del ex líder boliviano Evo Morales.
El gobierno socialista del primer ministro español Pedro Sánchez expresó que los tres diplomáticos tenían 72 horas para abandonar el país, horas antes, Añez declaró: «El gobierno constitucional que presido ha decidido declarar persona non grata la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, la encargada de negocios de España, Cristina Borreguero, y el cónsul español, Álvaro Fernández».
Acusó a los diplomáticos de haber «dañado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y el gobierno constitucional de Bolivia» y también les dio 72 horas para partir, el ministerio de relaciones exteriores de México denunció lo que calificó como una decisión «política» en toda regla.
Bolivia ha acusado al personal de la embajada española de intentar infiltrarse en la misión mexicana en La Paz con hombres enmascarados para extraer al ex ayudante de Morales, quien renunció en noviembre después de semanas de protestas por su controvertida reelección y ahora está en el exilio argentino.
Madrid negó categóricamente el reclamo, diciendo que su respuesta fue una reacción a «un gesto hostil del gobierno boliviano para declarar a dos diplomáticos españoles personae non gratae… España rechaza categóricamente cualquier insinuación de presunta disposición a interferir en los asuntos políticos internos de Bolivia», decía el comunicado del gobierno.
España ha advertido que la disputa amenazaba con dañar las relaciones al propagar teorías de conspiración «falsas», «España desea mantener estrechas relaciones de amistad y solidaridad con el país y los hermanos de Bolivia», concluyó Madrid, instando a La Paz a regresar a un «camino de sentido común de confianza y cooperación entre nuestros dos países».
AMLO, también pidió a Bolivia que deje de acosar a su misión diplomática
Arturo Murillo, el ministro del interior en el gobierno de transición de Añez, indicó el sábado que creía que se había intentado extraer a Juan Ramón Quintana, el ex diestro de Morales y que es buscado por las autoridades bolivianas.
Tanto España como México expresaron que el incidente ocurrió el viernes cuando Borreguero realizó una breve visita al embajador de México, pero Madrid negó que hubiera algún intento de extraer al ex ayudante de Morales.
«El ministerio desea aclarar que el encargado de negocios estaba haciendo puramente una visita de cortesía y niega con vehemencia que haya algún objetivo para facilitar la salida de las personas escondidas dentro del edificio», indicó el ministerio de relaciones exteriores de España en un comunicado.
El presidente de México pidió a la policía en Bolivia que deje de acosar a los diplomáticos en la embajada de su país en La Paz y permita que nueve ex funcionarios escondidos allí, todos aliados del ex líder Evo Morales, soliciten asilo.
«El derecho de asilo tiene que estar garantizado», dijo Andrés Manuel López Obrador en su conferencia de prensa diaria el viernes. “Esperamos que actúen con sensatez y que no invadan nuestra representación diplomática en Bolivia. Ni siquiera Pinochet hizo eso”.
Su referencia al difunto dictador chileno avivó aún más una disputa diplomática entre México y Bolivia, que se ha convertido en insultos personales, reunió bases políticas en ambos países y agudizó la división entre izquierda y derecha de América Latina.
