El fentanilo es un opioide sintético mortal, 50 veces más potente que la heroína. Los estadounidenses están muriendo a un ritmo tan alarmante, que se aprobó la venta de naloxona, un medicamento para revertir la sobredosis, sin receta médica. Pero el rastro de destrucción del fentanilo comienza más al sur.
Manzanillo está en la primera línea del fentanilo. La ciudad costera en la costa del Pacífico de México vive a la sombra de la violencia de los cárteles. Este es el hogar del puerto más grande de México, el tercero más activo de América Latina casi 3,5 millones de contenedores de todo el mundo llegaron allí el año pasado.
Pasan todo tipo de carga, incluidos los productos químicos que provienen principalmente de China e India. Estos se utilizan para producir los ingresos más lucrativos del crimen organizado. Drogas sintéticas como el fentanilo. Como resultado, el puerto se convirtió en la principal fuente de derramamiento de sangre y conflictos en el estado de Colima.
En 2022, este pequeño estado occidental tuvo la tasa de homicidios per cápita más alta de México, con los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación luchando por el dominio.
«Está matando a todos, a todos mis amigos», afirma Smiley, un adicto al fentanilo que vive en las calles
«Recientemente hicimos una incautación de cloruro de propanil que se utiliza en la síntesis de fentanilo. Ese es uno de los muchos precursores químicos que vemos entrar en Manzanillo». Indica el comandante Naval a cargo de la seguridad en el puerto, quien debe permanecer anónimo por razones de seguridad.
El gobierno mexicano puso a la Marina a cargo de todos los puertos marítimos en un intento por reducir la corrupción endémica que facilita el crimen organizado. Ahora, hay un sofisticado sistema de controles para monitorear a todos los que trabajan en el puerto de Manzanillo. Las empresas que comercian con productos químicos. Algunos ingredientes se utilizan legítimamente en la fabricación de agroquímicos y productos farmacéuticos.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recientemente llegó a los titulares cuando afirmó que México no produce ni consume fentanilo. Pero se descubrió y desmanteló «laboratorios» improvisados en la Ciudad de México y los estados norteños de Nuevo León y Sinaloa.
Cientos, tal vez miles de personas viven alrededor del canal de Tijuana, un canal de concreto que atraviesa el corazón de la ciudad. Muchos son consumidores de drogas. Y, como sucede a menudo aquellos que sufren una sobredosis en México no siempre saben que están tomando fentanilo.
Debido a su potencia, una pequeña dosis de fentanilo puede matar. Y en ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos, se está cortando con otras drogas, como cocaína, heroína y metanfetamina.
Miles de personas sufrieron una sobredosis. Muchas reviven con naloxona, ahora está ampliamente disponible en EEUU. Pero en México todavía necesitas una receta o se obtiene de alguna organización benéfica local.
No solo las personas sin hogar se ven afectadas. La Cruz Roja Mexicana fue llamada a un promedio de 60 sobredosis de drogas al mes en Tijuana, personas de todos los ámbitos de la vida. También hubo múltiples eventos de sobredosis. Pero, no sabemos cuántas muertes relacionadas con el fentanilo ocurren, porque esas estadísticas no se recopilan en México.
