La vía sufre una gran escasez de más del 40% del volumen de agua necesario
La complicada situación del canal de Panamá, con respecto a la necesidad de los recursos hídricos en la región, que se necesitan para que el canal funcione, ha estado en curso durante más de dos décadas, aunque las autoridades del canal culpan del problema a la falta de lluvia supuestamente causada por el cambio climático.
El canal de Panamá, una de las principales vías fluviales que conectan los océanos Pacífico y Atlántico, sufre una grave falta de agua, ya que solo tiene 3 mil millones de metros cúbicos de agua de los 5,2 mil millones necesarios para que funcione correctamente, o solo 58%, informó Deutsche Welle, citando a las autoridades del canal.
El lago Gatún, que no solo apoyó las necesidades de la vía fluvial, sino que también suministró agua potable a la población local, también ha sido testigo de una caída en los niveles de agua en las últimas dos décadas, informaron medios de comunicación locales.
Según las autoridades, la culpa es de la sequía, no por la sobre exigencia, ni la desforestación, y tampoco por la urbanización de las costas fluviales, la caída en los niveles del agua, es causada por el cambio climático, las autoridades indican que las precipitaciones locales cayeron un 27% por debajo del promedio en 2019.
Las autoridades del canal están reflexionando sobre la construcción de embalses o instalaciones de desalinización para resolver el problema, temiendo que, de lo contrario los barcos podrían comenzar a elegir otras vías fluviales, a saber, el Ártico.
Esto, a su vez, reducirá la importancia del canal de Panamá, que actualmente es responsable del 3,5% del comercio mundial y utilizado por numerosos transportistas de gas natural licuado y gas de petróleo licuado, así como también por buques portacontenedores que pasan de un océano a otro.
El canal interoceánico ha luchado por mantenerse a flote sin agua
El canal también es la principal fuente de ingresos para el gobierno panameño, que recibe ganancias de los peajes impuestos a los barcos que pasan por la vía fluvial, el problema del suministro de agua ha perseguido al Canal de Panamá desde que Estados Unidos transfirió su propiedad a las autoridades panameñas hace 20 años.
El fallido intento del canal de Nicaragua mantiene el monopolio del canal de Panamá en la región y sin duda, las nuevas relaciones diplomáticas de Panamá con el gigante asiático llegaron en el momento más que preciso, por lo menos para la vía interoceánica.
El establecimiento de las relaciones diplomáticas de Panamá con China en junio de 2017 fue la estocada final para la detenida construcción del gran canal interoceánico de Nicaragua, cuando su principal inversionista, Wang Jing vio mermar su fortuna personal, aquella con la que buscaría el respaldo de otros inversionistas para la obra.
Contenedores, cisternas y graneles secos son los mejores clientes en este orden para la vía acuática, mientras ha habido una migración de pequeños buques a embarcaciones más grandes, explicó el administrador del Canal, Jorge Luis Quijano.
Pese a la situación crítica que presentaban los lagos Gatún y Alajuela en estos momentos, han alcanzado buenos niveles, pero desde que en 2017 el lago Gatún alcanzara su nivel máximo, muchas compañías han decidido tomar vías alternas al decrecer el calado para los buques neopanamax de 47 pies, un pre adicional, que permitía a las embarcaciones llevar más carga.
