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Se abre la frontera entre Laredos

La división de los dos Laredos termina con la reapertura de la frontera

Durante casi 20 meses, la frontera común entre los dos Laredos, separó a familias y fuentes de ingresos por pocos kilómetros de distancia a través de la frontera entre Estados Unidos y México. La frontera fue cerrada por las autoridades estadounidenses a los viajes no esenciales en marzo de 2020 al inicio de la pandemia de Covid-19.

Los trabajadores no residentes que limpian casas en Laredo, Texas, no se les permitió regresar ni cruzar a México. Muchos, necesitaban ver a su familia al otro lado del río que divide a los Laredos.

Muchos supieron por mensajes que sus familiares murieron de Covid-19 en Nuevo Laredo. Pero no hubo venias para los mexicanos o los norteamericanos que necesitaban cruzar entre los Laredos.

«Fueron los momentos más difíciles de mi vida», indicó uno de los afectados. «No poder ver a mi mamá en el momento en que más me necesitaba».

Cuando la frontera reabrió el lunes, cientos cruzaron los puentes entre los Laredos para reunirse con sus seres queridos y familiares.

Se reúnen los Laredos.
Carmen Lilia Canturosas, alcaldesa de Nuevo Laredo, reconoció que los últimos 18 meses son difíciles para la comunidad. «Sé que se avecinan tiempos mejores para los dos Laredos», comentó.

Muchos trabajan en el otro de los Laredos al norte y perdieron sus negocios

También entre ellos, cruzan, los que se encontraban en México cuando ocurrió el cierre y dejaron sus trabajos en el otro de los Laredos. Familias se abrazaron por primera vez en año y medio. A lo largo de las plazas de ambos Laredos.

Se anticipó mucho de la reapertura del lunes. Mientras los agentes de aduanas y protección fronteriza advierten sobre los tiempos de espera de seis horas para cruzar, entre los Laredos.

Durante la pandemia, se estranguló la economía de los Laredos esperando el regreso de las multitudes de compradores mexicanos que una vez hicieron prosperar el lugar.

Esta semana, solo un goteo de personas cruzaba el puente, una señal de que la vida en esta comunidad binacional a lo largo de ambas orillas del Río Grande no volverá inmediatamente a ser como solía ser.

«Me sorprendió que no hubiera cola, nada», señaló Mercado mientras abrazaba a su hija en la plaza. La reapertura marcó el final de una interrupción para esta área metropolitana conocida como «los dos Laredos», donde alrededor de 450 mil personas viven en el lado mexicano y 250 mil viven en Texas.

Si bien la frontera permaneció abierta a los ciudadanos estadounidenses durante ese tiempo. Fue cerrada a los mexicanos y a los miles de ciudadanos mexicanos que vivían en el lado de Texas sin permisos de residencia.

A ciertos trabajadores esenciales, en su mayoría relacionados con el enorme y próspero puerto interior de Laredo, se les permitió cruzar. La barrera separó a las familias y aisló a miles de sus medios de vida y obligó a las dos ciudades hermanas, que son anteriores a la frontera, a separarse a lo largo de 18 meses.

«Laredo y Nuevo Laredo son como una ciudad con un río que la atraviesa», indicó la hermana Rosemary Welsh, directora ejecutiva de Mercy Ministries of Laredo. Quien realiza trabajo humanitario allí desde 1993. «Todo esto solía ser México hasta que lo robamos».

Las dos ciudades hermanas eran una sola hasta que Estados Unidos tomó el territorio en 1848. Convirtiendo el río Grande en una frontera internacional. Después de eso, la frontera apenas se aplicó hasta aproximadamente la década de 1980.

Fuente
MilenioFrance24Reforma

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