Venezuela se mantiene estancada
No hay manera sencilla de enfrentar la crisis del país petrolero
Bien lo han dicho muchos detractores del gobierno de Maduro y sus partidarios, no hay ninguna forma fácil de salir de la crisis económica, social y política, que enfrenta Venezuela, protesta la gente en Caracas, contra el presidente Maduro este 01 de mayo, el país no puede recuperarse políticamente, socialmente o económicamente mientras que Maduro permanece en el cargo.
Una semana casi ha terminado, desde que 21 venezolanos desaparecieron cuando su barco se hundió en ruta a la vecina Trinidad y Tobago, estos formaban parte de un flujo mucho mayor de ciudadanos; más de 3 millones han abandonado el país desde el año 2015.
Las condiciones en Venezuela, se han vuelto cada vez más desesperadas y estos momentos aciagos, también han tocado al presidente Nicolás Maduro, con la llegada de una nueva oleada de agitación con el intento de golpe, encabezado por el líder de la oposición Juan Guaidó.
Otra vez los gases lacrimógenos desatados contra los manifestantes en Caracas y en otras ciudades, aumentan el drama político, y hay que afirmar que cualquier atención prestada al caso debe ser rápida y expedita.
Puesto que las almas perdidas deben recordar a los espectadores de Venezuela fuera de que se trata de una crisis humana por encima de todo, más allá de la posición política o cualquier postura religiosa, lo que están enfrentando los venezolanos es una crisis humanitaria en toda regla.
Juan Guaidó, describió su intento levantamiento el martes como la «fase final» de su plan para expulsar a Maduro, hablando entre soldados, cerca de una instalación militar, junto a su mentor Leopoldo López, este último en fuga de su arresto domiciliario con la ayuda de algunos custodios simpatizantes.
Finalmente, y al pasar de las horas parecía más de lo mismo, una extraña nueva fase en el viejo callejón sin salida, que comenzó hace tres meses cuando Guaidó, quien encabeza la asamblea nacional, se declaró presidente interino con el respaldo de los Estados Unidos, pero con un poco de discernible efecto más allá del impulso a la moral de la oposición.
Venezuela se encuentra inmersa en la crisis más profunda de su historia
Ya el miércoles por la mañana, López estaba en la residencia del embajador español y el paradero de Guaidó era desconocido, aunque prometió aparecer en las manifestaciones, como bien lo hiso, e insistió que su oferta de respaldo militar todavía tenía las piernas largas, Maduro afirmó por su parte que había triunfado sobre el intento «desquiciado» para derrocarlo.
No hay duda del carácter opresivo, la incompetencia escandalosa y descarada cleptocracia de Maduro, su gobierno ha sacudido a los opositores, atacó brutalmente a manifestantes; y convocó a una nueva legislatura para anular la asamblea nacional celebrada en oposición.
Aunque para estas elecciones para ese cuerpo, ningún opositor se presentase, al igual para su reelección que le siguió, alrededor de nueve de cada 10 venezolanos viven en la pobreza y el país está soportando una de las carreras más largas de hiperinflación en la historia humana.
La escasez de alimentos y medicinas es abundante; enfermedades como la difteria y la malaria están renaciendo y alrededor de todo, están las sanciones de Estados Unidos que solo han exacerbado este curso desastroso.
Venezuela no puede recuperarse políticamente, socialmente o económicamente mientras que Maduro permanece en el cargo, incluso un tramo de los chavistas ha abandonado al hombre que Hugo Chávez eligió como su sucesor.
Pero no hay tampoco duda que muchos en Venezuela tienen miedos de la derecha y tienen recuerdos vívidos y dolorosos de las aprehensiones militares que implica el respaldo o la intervención de Estados Unidos en los gobiernos en América Latina.
Incluso reconocen la hipocresía de un autoritario Augusto Pinochet, presentarse luego de Salvador Allende, y su paralelismo en el Brasil del presidente de ultra derecha Jair Bolsonaro animar a Guaidó y crecen los murmullos sobre el caso de una intervención militar, lo que sólo puede aumentar la ansiedad.
Mientras tanto los Estados Unidos ha estado reclamando que Maduro había planeado huir hasta que fue disuadido por Moscú y que funcionarios clave, incluido el ministro de defensa, acordaron que su jefe tenía que irse.
Las sugerencias de los Estados Unidos sobre la acción militar que no ha dejado de “está sobre la mesa… si es necesaria», también parecen estar diseñadas para añadir más presión, en una guerra de información que es, por supuesto, mejor y más efectiva, que las de botas sobre el terreno.
Sin embargo, basar una estrategia en blofeo, también tiene sus peligros y los peligros de la extralimitación son reales, el cuidado compromiso internacional, tal vez más que imprudente que la intervención ideológica es necesaria, para proteger las vidas y perspectivas de los venezolanos y convencerlos de que tienen un futuro en su propio país.
