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Pepe Mujica, el mejor ejemplo a seguir

El mundo según Pepe, el más humilde de los líderes.

José Mujica, más conocido como Pepe Mujica, fue el presidente de Uruguay entre el 2010 y 2015. En su juventud hizo parte de un movimiento guerrillero que lo llevó a pasar casi 15 años de su vida en prisión en plena dictadura militar.

Luego de recuperada su libertad, retomo su objetivo de transformar el mundo, pero esta vez por el camino de la política que finalmente lo condujo a ser presidente. Fue reconocido como “el presidente más pobre del mundo” por su humilde estilo de vida.

Dejó de lado los lujos presidenciales y bajo su filosofía de sobriedad vive con lo necesario en una pequeña granja y el resto lo invierte en ayudar a los demás. Conduce un viejo Volkswagen escarabajo y es activo en las redes.

 Pepe, afirma como todos, que la historia humana demuestra que el único animal capaz de tropezar varias veces con la misma piedra es el humano.

“Aprendimos probablemente en materia de conocimiento, lo que no hemos aprendido es en materia de conducta colectiva.

Pepe, un verdadero servidor público.
Nada hay en particular en la casa del expresidente Pepe Mujica. Un hombre con un pasado de película que ejerce el cargo con más poder de Uruguay.

Pepe Mujica afirma, que ya no hay amor en nada y para nada

“El conocimiento en todo el mundo debe ser colectivo. Tenemos que aprender que inter dependemos unos de otros. Por lo que no podemos negar que esta ha sido una enfermedad democrática la verdad”, Pepe hablaba del Coronavirus y las vacunas, en esa ocasión.

Señalaba, que ni Trump, ni Biden, ni ningún otro presidente, democratizó el conocimiento, para que todos fabricaran vacunas. “Por supuesto fue más derecho, más importante la propiedad del conocimiento que la el uso humanitario del conocimiento. Más importante asegurar las ganancias de las empresas que estaban atrás, que poder vacunar al mundo entero”.

Esta es una lección que también tenemos que aprender la limitación por lo tanto no es ni de carácter material, porque la ciencia cumplió espectacularmente. Ni es de carácter político, porque no pudimos vencer el conjunto de intereses que se interpone al plan económico”.

Todo dependerá del ingreso. “vamos a volver al tiempo previó a la guerra de Ucrania. Se encendió un circuito inflacionario importante antes. Porque los países centrales tanto EEUU, como la comunidad económica europea, vomitaron moneda en papel para tratar de motivar y mover la rueda de sus respectivas economías”, señala Pepe.

“Se dieron créditos a políticas sociales en abundancia. Haciendo anal la imprenta”. Afirma Pepe Mujica, “Era lógico, que ese fenómeno iba a desatar un fenómeno inflacionario en toda el área central del mundo”.

Ahora, se desata la guerra en Ucrania y todo se complica. “Porque tanto rusia como ucrania son importantes productores, particularmente de grano y otras cosas de tal importancia si no me equivoco. Rusia, es el primer producto de trigo del mundo y que, al eventualmente faltar ese stock, se nota en el mundo”.

La era de la lucha a terminado

Pepe Mujica, es un romántico de la política y aun desea que un cambio suceda. “Yo soy hijo de mi época, de los amores de mi tiempo, de las esperanzas de mi tiempo. Nosotros pensábamos que íbamos a cambiar el mundo”.

A pesar de ser una de las personas más honestas e inquebrantables del planeta, Pepe, afirma que todo no fue bueno. “Tengo arrepentimiento de errores que cometimos, pero eso es otra historia. Porque había una teoría que no deja de tener una parte de verdad”, sigue.

“Aún en la democracia liberal de derecho en realidad hay una situación que se da en la práctica. Y es que la libertad y las garantías son mucho más importantes para aquellos que tienen recursos económicos. Somos iguales ante la ley, pero como decían los jacobinos, queremos la igualdad bajo los techos que vivimos”.

Pero Pepe, no sólo avanza hasta allí. “Las leyes hacen la sociedad más democrática. Pero, el pobre que no pueda pagar abogados caros, por más razón que tenga, no se va a defender de la misma manera que se defiende el poderoso”.

Y Pepe, sigue en esa dirección: “La concentración de poder y de riqueza, producen de hecho una desigualdad. Y una concentración de poder a favor de los más poderosos, es indignante”.

Pero no era tan sencillo de cambiarlo, ni cuando Pepe Mujica, era guerrillero, ni ahora. “Nosotros pensábamos que todo era posible y vivíamos en esa época en la que nos enamorábamos de la lucha y la libertad”.

Por el contrario, “ahora los jóvenes no quieren nada. Los jóvenes no tienen nada de que enamorarse”, afirma. “Nosotros estábamos convencidos, dejábamos el trabajo y pasábamos en la clandestinidad. Nos jugábamos la vida. Teníamos fe en una esperanza y claro este de allí surgía en nuestra fuerza”

Ahora, indica Pepe, “no es que los jóvenes hoy no tienen esperanzas de jóvenes. Hoy en día hace falta creer en algo que se ha marcado. Bueno, dice un viejo poeta gaucho argentino: A través del ruido del oro en los maulas como que se va haciendo más flojo, el que no se venda por una sucia moneda”.

Fuente
BBCIFEMACidob

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