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Maduro plantea la dolarización de facto

El presidente socialista se decanta por la apertura del mercado cambiario

Al plantear la dolarización hay que prever que la devaluación sistemática de la moneda de Venezuela, que ocurre en partes iguales por problemas estructurales en la economía, y en la manipulación extranjera del tipo de cambio, ha contribuido a una inflación diaria de los precios, precios que siguen a la saga del dólar ilegal y aunque la moneda oficial, el bolívar, se ha depreciado más del 90% tan sólo este año, la hiperinflación en los primeros nueve meses del año registró 4 mil 680%, según el banco central.

La espiral inflacionaria ha reducido el poder adquisitivo del salario mínimo del país sudamericano, que, junto con la asistencia alimentaria, equivale a alrededor de 10 dólares por mes y una de las posibles soluciones que los economistas discuten es seguir la decisión tomada por Ecuador antes de Correa y dolarizar la economía.

Maduro a expresado el domingo sobre el tema, «no lo veo como algo malo … este proceso que ellos llaman dolarización», comentó, «puede ayudar a la recuperación del país, la expansión de las fuerzas productivas en el país y la economía … Gracias a Dios que existe», explicó el socialista.

Y aunque hasta hace muy, muy poco afirmaba que «defendería» el bolívar usando la nueva criptomoneda Petro para evitar los mecanismos financieros controlados por el dólar y eliminando tres ceros en un intento de contrarrestar su devaluación, pues ha sido vencido por el sentido común, de alguna manera y Maduro, agregó que, si bien aún está evaluando transacciones en moneda estadounidense, que han estado creciendo en los últimos meses, el bolívar continuará circulando como la moneda oficial.

Dolarización.
La dolarización puede tener mayor éxito en aquellos casos en los que existe una alta integración política y económica y también en aquellas economías con aparatos productivos orientados hacia una gama diversa de exportaciones para obtener mayores ganancias en moneda extranjera.

La dolarización no pareciese ser una solución o al menos es una medida muy tardía en el caso venezolano

En un país como Venezuela, monoproductor, con controles de divisas, una gran fuga de capitales, que depende de la importación de la mayor parte de lo que consume, con importantes subsidios a los productos básicos, con enormes problemas de contrabando y especulación de precios, y con vastos campos de riqueza natural debajo de su superficie, no hay mucho que pensar.

«Venezuela siempre tendrá su moneda … siempre tendremos el bolívar y lo recuperaremos y lo defenderemos», expresó Maduro durante el gobierno de Hugo Chávez, pero bajo sanciones estadounidenses cada vez más severas, el banco central ha comenzado a inyectar euros en la economía y el gobierno y la petrolera estatal PDVSA incluso han comenzado a pagar a los contratistas con la moneda europea.

Pero significa esto que, dado que algunos países dolarizados habían arrojado resultados favorables, desde fines de la década de 1990, será esta la mejor posibilidad estratégica en Venezuela, que, aunque ejercería inmediatamente sobre la democratización al acceso de moneda, en ningún caso plantea la estabilización de facto de la balanza de pagos y el flujo de capital.

En Venezuela se supone que la economía ya está dolarizada y que todos los precios se basan en el comportamiento del mercado paralelo, y que por lo tanto cualquier devaluación elimina el componente especulativo del dólar y, por lo tanto, los precios relativos se estabilizarán. La verdad es que no es así, pues las monedas extranjeras no sólo ingresan a la economía por la venta de algunos envíos de petróleo crudo y oro.

El líder de la oposición, Juan Guaidó, respondió a los comentarios de dolarización de Maduro en una conferencia de prensa más tarde el domingo, diciendo que Maduro había admitido otra derrota, «el fracaso en Miraflores, reconocido hoy, es que el país está dolarizado … él reconoce que nuestra moneda ni siquiera puede mantener el valor», indicó Guaidó.

La Solución está más lejos

Uno de los problemas de la dolarización es que, si surgen complicaciones después de su aplicación, es imposible deshacerse de la política, puesto que, una de las ventajas de la dolarización es que obliga a los gobiernos a aplicar una disciplina monetaria y fiscal que, por un lado, es cierta, pero esto significa más que eso.

Dado que la política monetaria no será aplicada por el órgano rector, es decir, el banco central, cualquier desequilibrio financiero, específicamente en el sector bancario, no será manejado por la política económica interna o, en el mejor de los casos, sería imposible de gobernar.

Recientemente, la consultora con sede en Caracas Ecoanalítica estimó que el 53.8% de las transacciones en los primeros 15 días de octubre se llevaron a cabo en dólares, según una muestra de las siete principales ciudades del país, ese número alcanzó el 86% en la ciudad rica en petróleo de Maracaibo, que ha sido gravemente afectada por los cortes de energía.

Hasta ahora ha habido procesos de dolarización que han funcionado con inconvenientes, y en todo caso depende de las condiciones que están ocurriendo en el país, y la crisis económica de Venezuela ha generado una crisis humanitaria y una migración forzada de más de 4 millones de venezolanos, según datos de las Naciones Unidas, por lo que las condiciones no están dadas en la actualidad.

Fuente
PanamaPostDiarioRegion

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