Argentina impone un control de cambio en medio de la debacle económica
El presidente de derecha que quiso hacer un quiebre con el modelo de Cristina Fernández ha perdido su batalla económica y ha impuesto controles de divisas en un intento de estabilizar los mercados a medida que el país enfrenta una crisis financiera cada vez más profunda, el gobierno restringirá las compras de divisas después de una fuerte caída en el valor del peso.
Las empresas deberán solicitar el permiso del banco central para vender pesos para comprar divisas y realizar transferencias al exterior, en busca de diferir los pagos de la deuda al fondo monetario internacional, FMI, para enfrentar la crisis económica.
En un boletín oficial emitido el domingo, el gobierno informó que era necesario adoptar «una serie de medidas extraordinarias para garantizar el funcionamiento normal de la economía, para mantener el nivel de actividad y empleo y proteger a los consumidores».
El banco central afirmó que las medidas estaban destinadas a «mantener la estabilidad de la moneda», y que, si bien las personas pueden seguir comprando dólares estadounidenses, deberán solicitar permiso para comprar más de 10 mil al mes, estas medidas se aplicarán hasta finales de este año.
Argentina ha estado luchando con una crisis financiera y económica, que se vio exacerbada por la derrota del presidente en una encuesta primaria reciente, cuando el peso cayó a un mínimo histórico y el mes pasado después de que la votación mostró que el gobierno favorable para los negocios del presidente Mauricio Macri probablemente sea derrocado en las elecciones de octubre.
Macri fue elegido en 2015 con la promesa de hacer una reforma economía en argentina con la finalidad de animar y desarrollar la industria con medidas liberales, pero el país se encuentra en una profunda recesión, con una de las tasas de inflación más altas del mundo, de un 22% durante la primera mitad del año, sólo superada por Venezuela.
La crisis económica en argentina, le ha declarado la guerra a Mauricio Macri
La caída económica de argentina, contrajo un 5,8% en el primer trimestre de 2019, luego de reducirse un 2,5% el año pasado, por lo que tres millones de personas han caído en la pobreza durante lo que va de año.
Los argentinos ordinarios tradicionalmente han tenido poca fe en su propia moneda, prefiriendo convertir sus pesos sobrantes en dólares lo antes posible, y tampoco confían demasiado en las instituciones financieras, por lo que recurren a lo que se conoce localmente como el «banco del colchón», es decir, meter sus dólares debajo de su cama.
Y cuando se considera la historia argentina de inflación desenfrenada y volatilidad de la moneda, posiblemente tengan razón, lo que significa que cualquier restricción sobre la capacidad de las personas para comprar dólares tiene un enorme impacto psicológico, aunque el límite de 10 mil dólares es ciertamente generoso en comparación con alguna acción económica pasada.
Para los argentinos, aun persisten los malos recuerdos del «corralito», impuesto en 2001, que detuvo todo retiro de dólares de las cuentas bancarias durante todo un año y este fue el único intento serio de alejar a los argentinos de su dependencia del dólar, y se remonta a la década de 1990 bajo la presidencia de Carlos Menem, cuando el valor del peso fue fijado por ley en paridad con el dólar.
Lo que puso al sistema financiero bajo una tensión severa, lo que llevó al colapso y la crisis económica de 2001-02 y del afamado argentinazo, ahora el país está luchando para evitar su quinto incumplimiento de deuda en 30 años.
Las agencias de calificación, incluidas Standard & Poor’s y Fitch, decidieron que eso representaba un incumplimiento y rebajaron las calificaciones crediticias del país, hoy en Argentina, el riesgo de contagio financiero y una nueva crisis económica es baja, indican los analistas.
Incluso en el resto de América Latina, es poco probable que los mercados sufran, pues la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la desaceleración del crecimiento global son una amenaza mucho mayor.
La medida probablemente ayudará a frenar el agotamiento de las reservas de divisas de Argentina en el período previo a las elecciones presidenciales de octubre, pero es un cambio de política para Macri, quien levantó los controles de capital en diciembre de 2015 y establece «un precedente preocupante», a los ojos del FMI.
El candidato de izquierda Alberto Fernández, el probable vencedor de la votación del próximo mes, tiene asesores que simpatizan con los controles de capital, y el hecho de que estos hayan sido introducidos por el presidente Macri podría facilitar que Fernández justifique su uso a largo plazo.
