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Los populistas no profesan con el ejemplo

Mientras los países cierran sus fronteras e imponen toques de queda

Los líderes populistas de Brasil, Estados Unidos y México han estado bajo fuego después de aparecer públicamente abrazando y acercándose a la gente, ante los crecientes temores sobre la propagación del coronavirus en todo el mundo.

En los últimos días, tanto el brasileño Jair Bolsonaro, el norteamericano Donald Trump y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, todos ellos populistas y nacionalistas de extremos opuestos del espectro político, han enfurecido a oponentes y observadores haciendo apariciones públicas de alto perfil en las que entraron en estrecho contacto físico con los ciudadanos.

Estas posturas de los presidentes populistas, han desafiado el asesoramiento médico y a pesar de la creciente alarma por la propagación del virus a través de América, donde al menos 20 países han confirmado casos.

Jair Bolsonaro, uno de los populistas de extrema derecha que, recientemente descartó al coronavirus como un «fantasía mediática”, dejó su palacio presidencial el domingo para intercambiar golpes de puño y mezclarse con partidarios que resultaron en protestas muy controvertidas contra las instituciones democráticas de Brasil.

«Esto no tiene precio. Los políticos debemos cambiar el destino de Brasil», entusiasmado Bolsonaro durante su paseo de una hora, durante el cual utilizó los teléfonos móviles de los aficionados para tomarse selfis antes de entregarlos de vuelta a la multitud.

El viernes, uno de los médicos de Bolsonaro le expresó al periódico conservador Estado de Sao Paulo que el presidente estaría «en cuarentena» hasta principios de la próxima semana, la decisión de Bolsonaro de ignorar ese consejo el domingo despertó furia entre críticos y comentaristas.

Malos Ejemplos Populistas.
El domingo por la mañana, López Obrador aludió brevemente a la crisis sanitaria mundial, indicando: «Tengo mucha fe en que moveremos nuestro querido México hacia adelante, que las desgracias y las pandemias no nos afectarán. Nada de eso”.

Los presidentes populistas dan un muy mal ejemplo al acercarse físicamente a la gente

El presidente populista de izquierda de México, López Obrador, que algunos se comparan con Bolsonaro a pesar de sus diferencias ideológicas, también se enfrenta a críticas por lo que muchos ven como una actitud caballeresca ante la crisis.

El sábado, cuando las autoridades anunciaron que las escuelas serían suspendidas, hasta al menos, el 20 de abril, tuiteó un video de sí mismo abrazando partidarios y posando para fotos e incluso besando a un niño durante una visita al estado sudoeste de Guerrero, una aptitud que los populistas, deben poner en el closet mientras dure el contagio.

«Saliendo del hotel en Ometepec, saludé y atendió las peticiones del pueblo», tuiteó López Obrador, el populista presidente de México, también sugirió a los mexicanos leer “El amor en los tiempos del Colera” de Gabriel García Márquez, refiriéndose a el libro como «un bálsamo para calmarnos».

México ha tardado en imponer restricciones de viaje y las pruebas han sido escasas, aunque, la secretaría de educación pública, anunció una prórroga de las vacaciones de Pascua, a partir del 20 de marzo.

Por su parte, otro de los populistas más afamados, Donald Trump indicó que, «no tiene síntomas» de coronavirus tras su contacto con congresistas y algunos funcionarios internacionales ahora en cuarentena.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado no tener ningún síntoma de estar infectado con coronavirus y que, por ello no se ha sometido a ninguna prueba, después de haber tenido contacto con infectados del virus, «No creo que sea algo serio. Lo haría», ha dicho, sobre la posibilidad de someterse a la prueba.

Sin embargo, ha resaltado que «no cree que haya ningún motivo» para ello, «me siento extremadamente bien. Me siento muy bien, aunque creo que no es algo serio someterse a la prueba y es algo que haría”, agregando un muy mal ejemplo para la ciudadanía.

A pesar de los malos ejemplos, la ciudadanía debe conocer, que uno de los primeros frentes de batalla contra el contagio, es mantenerse en sus casas y excluir el contacto humano. Las pruebas son contundentes y hoy los populistas deben afrontar que sus técnicas de acercamiento físico, deben ser sustituidas por comentarios positivos, pero a través del twitter.

Fuente
EuropaPressAristeguiNoticiasElPais

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