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Los Pobres colombianos son desalojados

Fuerzas de seguridad arremeten contra las Pobres casas de los menos favorecidos en medio de la pandemia

Un grupo de policías antidisturbios se posesionan dentro de la barriada de Altos de la Estancia esperando de órdenes de comenzar a expulsar a las personas desde dentro de las casas. Durante los últimos días, se procesaron varios desalojos y se destruyeron cientos de hogares, mientras la policía fuerza a gentes pobres mayormente fuera de sus casas que, según afirman, fueron construidas ilegalmente durante la cuarentena nacional.

Mientras la pandemia del coronavirus se torna furioso en Colombia y las estrictas cuarentenas, impulsan el cierre de cientos de empresas, las medidas son más difíciles de aplicar en los barrios pobres, como la comunidad de Ciudad Bolívar, donde las personas están luchando para llegar a fin de mes, mantener los techos encima y alimentar a sus hijos.

«Además de todas las dificultades que las pobres gentes en Ciudad Bolívar tienen que enfrentar», indicó Sergio Guzmán, director de análisis de riesgos de Colombia. «Ahora pueden añadir brutalidad policial y falta de una red de seguridad durante una pandemia».

En Altos de la Estancia, un barrio de precarias chozas en lo alto de una colina dentro de Ciudad Bolívar, residentes pobres como Francisco, están siendo desalojados durante las redadas policiales. Desde principios de mayo, las autoridades indicaron que, su rancho fue construida ilegalmente en tierras tituladas y lo presionaron para que se fuera. La policía destruyó parte de su casa, hasta que se subió al techo y permaneció allí, protestando contra el desalojo.

Francisco es uno de los millones de desplazados del conflicto armado y ha estado huyendo de las facciones rivales en medio de la guerra civil de Colombia, durante toda su vida. Ahora, está huyendo de la policía, mientras las autoridades de la capital del país siguen adelante con una ola de desalojos a pesar del estricto bloqueo del coronavirus.

Pobres Desalojados.
La alcaldesa progresista de Bogotá, Claudia López, quien ha recibido aplausos por su respuesta franca y empática a la pandemia, anunció que el encierro se extendería por otras dos semanas, incluso cuando otras partes del país comienzan a levantar sus medidas de cuarentena. Mientras los residentes de los barrios más pobres siguen notando la diferencia entre la elevada retórica de López y la sombría realidad sobre el terreno.

Los pobres se han quedado esperando una respuesta del estado mientras continúan los desalojos

Cientos de los residentes más pobres de Bogotá están atrapados entre dos fuerzas brutales: una cuarentena nacional que hace imposible trabajar y las autoridades obligando a las personas a partir de hogares que las autoridades afirman que, fueron construidas ilegalmente.

«En medio de una pandemia, las autoridades están rompiendo todos los protocolos sin preocuparse por cómo nos afecta», afirmó Francisco, desde su casa destruida con vistas a la capital colombiana. «Nos tienen estigmatizados, segregados y olvidados». «Queda alrededor del 30% de mi casa», señaló. «Todo lo que el gobierno nos dice aquí es una mentira.»

Los pobres residentes de Ciudad Bolívar y de otros barrios deteriorados han comenzado a colgar trapos rojos fuera de sus casas, una señal de que el estricto encierro de la ciudad está dejando a sus residentes más necesitados morir de hambre.

Cuando el encierro comenzó a finales de marzo, Colombia había reportado unas pocas docenas de casos de Covid-19. En la actualidad tiene más de 24 mil, incluyendo 800 muertes, con 470 casos confirmados en Ciudad Bolívar. Los lugareños confirman que, las cifras deben ser más altas, y acusan a las autoridades de ignorar la difícil situación de las víctimas más pobres.

La pandemia también está golpeando los bolsillos de los más vulnerables del país. Casi el 60% de la economía colombiana es informal, con trabajadores que pagan en efectivo y por lo general viven día a día. Los servicios públicos rara vez llegan a los picos de las colinas, donde las casas se construyen de manera precaria y rápida en terrenos sin título. Cuando todo el barrio sea abandonado, no hay mucha fe en que el gobierno hará absolutamente nada, pues son simplemente pobre y ellos no se contabilizan.

Fuente
France24SemanaElEspectadorTeleSur

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