La presión de Trump causa más desplazados ni
Miles de venezolanos huyen de su país tras las nuevas sanciones
La presión más estricta sobre Venezuela por las recientes sanciones de Estados Unidos solo significa que haya más desplazados a la vecina Colombia, advierten grupos humanitarios, incluso cuando otros países sudamericanos están cerrando sus puertas a los refugiados.
Colombia ve que la esperanza se desvanece rápidamente de que puede detener el flujo constante de migrantes, incluso cuando se enfrenta a la presencia de 1,4 millones de migrantes venezolanos que ya están en su frontera.
«Se teme el impacto que las nuevas sanciones del gobierno de Trump, tendrán en la vida en Venezuela», expresó Marianne Menijvar, directora del comité internacional de rescate de Colombia, que administra instalaciones en la frontera, «desde mediados de la semana pasada y el fin de semana hemos visto un mayor número desplazados venezolanos cruzando», afirmó.
También indicó que parte del aumento en la migración de Venezuela también puede incluir una carrera de los desplazados hacia Ecuador, antes de que entren en vigor nuevas restricciones de inmigración el 25 de agosto.
Eso podría significar que más migrantes se dirijan a Colombia después de la fecha límite, pero lo más preocupante es la posibilidad de que se hayan roto las negociaciones entre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y la oposición respaldada por Estados Unidos, sobre el futuro del país.
Colombia ha dado la bienvenida a todos los niños hijos de desplazados venezolanos a sus escuelas, aunque muchos aún permanecen en las listas de espera, también extiende la atención médica gratuita a los migrantes venezolanos, aunque solo en una situación de emergencia, incluido el nacimiento.
El gobierno colombiano ha emitido alrededor de 700 mil permisos especiales para que los inmigrantes trabajen, pero muchas familias venezolanas jóvenes todavía duermen en las calles o en condiciones miserables en todas las grandes ciudades de Colombia.
Más de cuatro millones de personas han huido de Venezuela luego de su colapso económico y agitación política y la organización de estados americanos que apoya a la oposición venezolana espera que el éxodo aumente aún más en 2020, superando a los 6,7 millones de personas que huyeron de la guerra civil de Siria.
Los cierto es que Colombia alberga más venezolanos que cualquier otra nación y «más vienen todos los días», afirmó Rut Guerra, un venezolano de 20 años que ha vivido durante cuatro meses en una comunidad emergente de casuchas de ladrillos en la franja sur de Bogotá de Soacha, «la pregunta es, ¿cuándo tocará fondo Venezuela?, pues todavía no hemos tocado fondo».
Los desplazados aumentan a medida que aumenta la presión sobre la economía venezolana
Muchos jóvenes desplazados en Soacha llegaron de Venezuela a pie, luego usan el dinero que ahorraron de su viaje para comprar boletos de autobús para que sus cónyuges o hijos se unan a ellos desde la frontera.
Desde entonces, sus comunidades se han expandido a medida que muchos migrantes ahorran para traer a sus familias y amigos de la crisis a sus hogares, dichas comunidades han brotado en toda Colombia desde que comenzó la crisis humanitaria en Venezuela.
La atención de las organizaciones humanitarias aún no se ha dirigido a estas zonas problemáticas en ciernes, indicó Fabian Caidenar, coordinador de migración con Cruz Roja Colombia, «todo está enfocado en la frontera. La gente necesita darse cuenta de que tenemos un problema en el interior y que es permanente», y «seguirá creciendo».
Colombia, el aliado más firme de Estados Unidos en América Latina, se mostró entusiasmado con Washington al reconocer al líder opositor Juan Guaidó como el gobierno legítimo de Venezuela cuando se declaró como tal en enero.
Colombia invirtió completamente en el movimiento, acogiendo a los funcionarios de oposición estadounidenses y venezolanos en febrero para desafiar a Maduro en la frontera con un convoy de ayuda humanitaria estadounidense en febrero.
En aquel entonces, los líderes esperaban que el cambio en Venezuela estuviera a punto de llegar, más, sin embargo, en seis meses desde entonces, la oposición no ha podido obtener el poder de Maduro y las sanciones tampoco parecen afectar su control sobre el país.
Sufriendo más por las consecuencias de la crisis, Colombia no parece saber cómo manejar la situación, «básicamente se han arrinconado en términos de política venezolana», expuso el analista político Sergio Guzmán, jefe de análisis de riesgos de Colombia y «estamos en una situación en la que, si ninguna de las partes cambia su posición, vamos a seguir el mismo camino durante mucho tiempo».
Las intensas sanciones de Estados Unidos contra una desafiante administración latinoamericana plantean muchas comparaciones con Cuba, y algunos colombianos se preguntan si deberían conformarse con un enfrentamiento de casi 60 años con poco alivio de las condiciones que impulsan la migración.
Sin embargo, las sanciones contra venezuela del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no llegan al embargo total al estilo cubano que prohíbe todos los negocios con la nación, pues las sanciones norteamericanas prohíben el comercio con el gobierno venezolano y sus subsidiarias, pero podrían tener un efecto paralizante en una nación con una economía estatal que ya jadea de por vida.
Las sanciones comenzaron a apuntar a la economía venezolana en enero de este año con reglas que aíslan a la petrolera estatal venezolana PDVSA, antes de eso, se habían centrado en individuos asociados con Maduro, pero la escalada de Trump la semana pasada trajo a todo el estado venezolano al redil objetivo y prohibió que los actores extranjeros también trabajen con Maduro.
«Cada movimiento de los países extranjeros, y de Estados Unidos en particular, para dificultar el comercio o hacer negocios con Venezuela empeorará las condiciones», señaló Ivan Briscoe, director para América Latina del grupo internacional de crisis por lo que, «Colombia tendrá que lidiar con ondas de choque humanitarias que no está preparada para enfrentar».
