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La política norteamericana del embargo fracasó

La política del embargo como arma norteamericana, causó más daño que ayuda

Durante casi 60 años, los Estados Unidos impuso un embargo contra Cuba, restringiendo severamente el flujo de mercancías a la isla. Las compañías estadounidenses y sus aliados, tienen prohibido tratar con Cuba, y varias leyes estadounidenses castigan a las compañías extranjeras que hacen negocios en Cuba.

Las restricciones están destinadas a exprimir económicamente la isla y crear suficiente descontento dentro de Cuba como para obligar al gobernante Partido Comunista a reformarse significativamente o a renunciar. La administración Obama, con el apoyo del entonces vicepresidente Biden, buscó repensar la política y buscar un nuevo compromiso con Cuba.

Barack Obama relajó el embargo. Y permitió los vuelos directos entre los dos países y alivió las restricciones a los estadounidenses que hacen negocios en Cuba. A su llegada, Donald Trump revirtió la estrategia de Obama. Volvió a colocar a Cuba en la lista estadounidense de estados patrocinadores del terrorismo internacional.

Trump cortó los viajes y prohibió a los estadounidenses enviar remesas a sus familiares en Cuba, cortando un importante salvavidas económico para muchos cubanos. Lo que agravó las consecuencias del embargo.

El fracaso del Embargo.
Joe Biden prometió alejarse de esta estrategia de Trump de «máximas presiones» contra Cuba. Pero hasta ahora no ha alteró el embargo, ni ninguna de las restricciones de Trump.

Sesenta años de embargo sólo han creado penurias para el pueblo cubano.

Sin embargo, las protestas que han estado sacudiendo a Cuba durante la última semana forzaron el tema. Muchos activistas y republicanos cubanoamericanos están instando a Biden a mantener el embargo o incluso aumentar la presión sobre Cuba.

La razón más poderosa para poner fin al embargo contra Cuba es el enorme número de víctimas que la política sigue representando para la población cubana. Tanto el gobierno cubano como las Naciones Unidas han estimado que el embargo es devastador. Y le cuesta a la economía cubana 130 mil millones de dólares en seis décadas. Incluso, la cámara de comercio de Estados Unidos estima que el embargo también tiene su contraparte.

Esta medida, le cuesta a la economía estadounidense miles de millones de dólares cada año, también. El costo humano es más difícil de cuantificar, pero claramente ha sido significativo.

Expertos en derechos humanos de la ONU han instado a Estados Unidos a aliviar las sanciones durante la pandemia de Covid-19, argumentando que tal cambio salvará vidas al permitir a Cuba un mayor acceso a suministros y equipos médicos.

Los miembros de la línea dura contra Cuba, acepta implícitamente que los costos humanos y económicos del embargo son aceptables para lograr el objetivo de socavar el régimen comunista. Señalarán el nivel sin precedentes de protestas que se están llevando a cediendo actualmente en Cuba como prueba de que el embargo está funcionando luego de 60 años de haber sido aplicado.

Sí, los cubanos están enojados por las penurias económicas y el sufrimiento pandémico que está sucediendo entre su población. Pero a medida que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel utiliza la represión y la retórica antiestadounidense para contener las protestas, hay pocos indicios de que el régimen esté en peligro inmediato.

Fuente
FundaciónSistemaBBCCNN

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