La desmoronada industria PDVSA se considera una bomba de tiempo ambiental
Dos décadas de mala administración, malversación y corrupción, junto con sanciones cada vez más duras de Estados Unidos, causaron que la otrora poderosa industria petrolera de Venezuela, implosione en una crisis ambiental.
La profunda crisis económica y humanitaria de Venezuela no logra atraer los titulares que alguna vez atrajo. Si bien las acciones del régimen de Maduro continúan ganando cierta atención de los medios.
Parece que el peor colapso económico moderno del mundo fuera de una guerra ya no es la noticia de última hora que alguna vez fue. Pero en cuestión ambiental, es otra historia.
Esto a pesar de que la crisis humanitaria se profundiza hasta el punto en que casi todos los venezolanos viven en la pobreza. La creciente amenaza regional ambiental por el deterioro de la industria venezolana.
Lo que muchos comentaristas internacionales no están reconociendo es la bomba de tiempo ambiental creada por las vastas reservas de petróleo de Venezuela. Que con 304 mil millones de barriles son, con mucho, las más grandes del mundo.
La industria deteriorada está a punto de crear una crisis ambiental
En el espacio de poco más de dos décadas, la producción de petróleo se desplomó de más de tres millones de barriles por día. A tan sólo un promedio de 527 mil barriles para septiembre de 2021.
Esa rápida desintegración es el resultado de una desinversión crónica en la infraestructura, incluido el mantenimiento regular y las operaciones de revisión.
Además de afectar profundamente la producción de petróleo de Venezuela, el estado fuertemente corroído de la infraestructura energética del miembro de la OPEP significa que los derrames de petróleo se están convirtiendo en algo cotidiano.
Una crisis ambiental derivada, hace que sea extremadamente difícil rastrear el alcance total del problema. Es probable que el volumen de derrames de petróleo sea mucho mayor que los registrados por organismos ambientales e industriales no gubernamentales.
La mayoría de los derrames de petróleo registrados para 2021 ocurrieron en la costa caribeña. Las refinerías destartaladas y las tuberías muy corroídas bombean petróleo y humos al medio ambiente cada vez que se activan las destilaciones envejecidas y otras unidades de procesamiento.
Más derrames de los que se registran están sucediendo
La mayoría, si no toda, la infraestructura de procesamiento de petróleo de Venezuela, es decrépita y fuertemente corroída. Lo que la convierte en una bomba de tiempo ambiental.
Se identificaron varios derrames en las instalaciones de Paraguaná. Causado por una ruptura de un oleoducto de hidrocarburos submarino que bombeó petróleo crudo al mar durante 10 días antes de ser sellado a principios de octubre de 2021.
La refinería El Palito de Venezuela, con problemas crónicos, en el estado Carabobo, sufrió un derrame importante el año pasado al bombear 26 mil 730 barriles de petróleo crudo al Mar Caribe en agosto de 2020.
Desde septiembre de 2021, Caracas está presionando para reiniciar la instalación en un intento por aliviar la paralizante escasez de gasolina en Venezuela. Aumentando el riesgo de otro derrame de petróleo en la región.
El lago de Maracaibo, conectado al golfo de Venezuela por un estrecho, está tan contaminado que regularmente se producen manchas de petróleo y floraciones de algas.
Una parte clave de la resurrección de la industria petrolera de Venezuela es llevar a cabo el mantenimiento y las revisiones que se requieren con urgencia en la infraestructura de la industria severamente corroída, incluidos oleoductos vitales y refinerías.
