Miles de personas en Venezuela participaron en manifestaciones en competencias organizadas por las facciones políticas rivales del país, la primera desde julio, el líder de la oposición Juan Guaidó, pidió a sus seguidores que mantengan la presión sobre el gobierno, mientras los partidarios del presidente Maduro también salen a las calles para defender su mandato.
En la marcha de la oposición en la capital, Juan Guaidó, quien se declaró presidente interino en enero, llamó a los manifestantes a mantener la presión sobre el presidente Nicolás Maduro organizando protestas diarias.
«Pensaron que iban a dormir al pueblo venezolano, pensaron que habían infundido miedo en nuestros corazones», afirmó Guaidó a sus partidarios reunidos frente a la embajada de Bolivia en Caracas.
«No nos vamos a rendir, en Bolivia tomó 18 días, lo hemos estado haciendo durante años. Le pido a toda Venezuela que siga protestando… todos los días en la calle hasta que lo logremos», arengó, instando a sus partidarios a que lo hagan, inspirándose en las manifestaciones en Bolivia que obligaron al ex presidente Evo Morales a huir al exilio la semana pasada.
Según los informes de los medios locales, las protestas de la oposición en Caracas y en otras partes del país fueron multitudinarias, pero significativamente más pequeñas que las de principios de año, «las protestas políticas convocadas por la oposición contra Maduro tendrán efectos limitados», comentó al respecto el analista Carlos Pina.
«El apoyo militar al presidente Maduro permanece intacto … la oposición tendrá que repensar su estrategia», aseveró, «Guaidó también ha sido muy limitado al sugerir o proponer una estrategia que podría cambiar el [status quo] actual», agregó Pina.
El impulso de Guaidó se ha desvanecido al igual que la atención y el apoyo han internacional
Guaidó y la presidente interina de Bolivia Jeanine Añez han discutido la situación en ambos países durante una conversación vía Skype, transmitida por BoliviaTV, Guaidó ha anunciado que nombrará a sus representantes en Venezuela en unos días.
En su conversación por Skype, ambos políticos denunciaron a Nicolás Maduro y Evo Morales, y Añez afirmó que «quienes se autodenominan socialistas del siglo XXI destruyen todo».
Mientras tanto, los partidarios de Maduro también salieron a las calles en diferentes partes del país en manifestaciones anunciadas como eventos para rechazar los «intentos de desestabilización contra el gobierno de Venezuela».
«Queremos paz, democracia. Debemos derrocar a este fascismo racista», expresó Maduro en su discurso entregado por teléfono a las personas reunidas en la manifestación progubernamental en Caracas.
Algunos de los asistentes levantaron pancartas en apoyo de Morales, mientras que Maduro denunció la falta de condena por parte de la jefa de derechos humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, «por la masacre que está ocurriendo en Bolivia».
Venezuela ha estado sumida en una profunda crisis política desde enero, cuando Guaidó se declaró presidente interino alegando que la reelección de Maduro en mayo de 2018 era ilegítima.
Guaidó ha sido respaldado por docenas de países occidentales y sus aliados regionales, Maduro ha acusado a la oposición de agitar la violencia y de intentar un golpe con la ayuda de Estados Unidos.
El país también enfrenta problemas económicos, como la hiperinflación y la falta de servicios básicos como electricidad, agua y transporte, que han afectado gravemente a gran parte de la población.
