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Existe un cambio posible para Honduras

El cambio es posible: Honduras se prepara para unas elecciones críticas

En medio del temor generalizado al fraude y los consiguientes disturbios sociales, los hondureños se preparan para votar en una tensa elección presidencial. Una que podría hacer el cambio y el fin a 12 años de gobierno para el conservador partido nacional, que ha gobernado desde un golpe de estado en 2009.

El tiempo del partido nacional en el cargo marcado por la corrupción. Además de su participación en el tráfico de drogas y el aumento de la militarización.

Lo que estimuló la migración masiva a los Estados Unidos. La pandemia de coronavirus y los huracanes consecutivos en noviembre de 2020 hundieron al país aún más en una crisis sociopolítica.

El presidente Juan Orlando Hernández, podría enfrentar la extradición a Estados Unidos por cargos de narcotráfico. Un cambio que lo señala conspirador en un caso contra su hermano. Podrá tener más en juego, aunque no se presente a la reelección.

El candidato de su partido, el actual alcalde de Tegucigalpa, Nasry «Tito» Asfura, está detrás en un 17 por ciento detrás de la ex primera dama Xiomara Castro. La personalización del cambio hacia la izquierda del partido libre.

El Cambio es posible.
El cambio es posible y podría poner fin a los 12 años de gobierno del conservador partido nacional de las manos de los Hernández y sus vinculaciones con el narcotráfico.

Honduras espera un cambio y no se va a dejar engañar de nuevo

Según una encuesta realizada en octubre por el centro hondureño de estudios para la democracia, la izquierda es la mayor alternativa y el origen del cambio.

En las elecciones del domingo, los votantes también elegirán congresistas, alcaldes y miembros del parlamento centroamericano. Estas marcan un «punto de inflexión», un necesario cambio para Honduras.

Las dos visiones políticas opuestas lucharán el dominio, indicó Joaquín Mejía, investigador de la organización hondureña: Equipo de investigación, investigación y comunicación.

El primero representado por Asfura, es «la continuidad del régimen». Mientras que el segundo marcará «un primer paso» hacia el cambio sobre el diálogo nacional «para comenzar a reconstruir el país».

Castro está haciendo su tercera carrera presidencial como candidata por el partido libre, fundado por su esposo Manuel «Mel» Zelaya, quien fue destituido de su cargo en el golpe de estado de 2009.

«Lo que Honduras necesita en este momento son símbolos», afirmó Mejía. «El hecho de que se hayan formado alianzas envío un mensaje simbólico a la población en el sentido de que sienten que un cambio es posible».

Castro prometió recuperar los programas sociales, despenalizar el aborto en tres casos y prohibir las zonas económicas especiales.

Muchos votantes ven su candidatura como una continuación de la presidencia de su esposo. Pero, también tiene una trayectoria política respetable propia, liderando un movimiento de protesta masivo.

A pesar de una amplia ventaja para Castro, los votantes y analistas hondureños temen que los resultados de las elecciones sean manipulados. Alrededor del 70 por ciento de los votantes hondureños señalaron que creían que las elecciones serían fraudulentas hasta cierto punto.

Fuente
ElGuardianBBCDW

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