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El incordio de los hipopótamos de Pablo Escobar

¿Sabían que hay casi 100 hipopótamos viviendo libres en Colombia?

Los famosos “hipopótamos de cocaína” de Colombia no son hipopótamos con cocaína, así que no te hagas ideas. Pero incluso ahora, probablemente tengas algunas preguntas.

¿Qué son exactamente los «hipopótamos de cocaína»? ¿En qué se diferencian de los otros mamíferos? Y, lo más importante, ¿por qué están en Colombia?

Hipopótamos de Cocaína, fue el nombre que se les dio a grandes herbívoros, que trajo al país cafetero el narcotraficante Pablo Escobar, a fines de la década de 1970.

Escobar contrabandeó cuatro hipopótamos a su finca privada cerca de Puerto Triunfo, a unos 100 kilómetros al este de Medellín. Estos estaban destinados puramente a entretener. Allí también había bisontes, avestruces, cocodrilos y cabras raras.

Hipopótamos de Cocaína.
Los conservacionistas ambientales locales señalan una campaña de esterilización masiva. Pero los hipopótamos tienen una esperanza de vida típica de 40 a 50 años.

Los hipopótamos que fueron liberados, ahora son una plaga

Cuando Escobar murió en 1993, los grandes herbívoros se consideraron demasiado difíciles de incautar y transportar, por lo que se les dejó vagar por el río Magdalena, la principal vía fluvial de Colombia.

Hasta hoy, permanecen allí, y su número aumentó dramáticamente. Se cree que hay entre 80 y 100 de ellos repartidos en un rango de 2 mil 250 kilómetros cuadrados.

A pesar de nunca ser nativos de América del Sur, parece que los hipopótamos, sin depredadores, prosperaron en su nuevo hábitat. Entonces, porque no dejarlos libres y ya. Es más complicado.

La introducción de una especie tan significativamente grande en un ecosistema, finamente equilibrado aparentemente está causando estragos en la biodiversidad local.

Los animales causan mayores cantidades de algas tóxicas, y sus heces también matan especies de peces. Pero, lo más importante, es que representan una amenaza para los humanos.

En África los hipopótamos matan hasta 500 personas al año. Y aunque aún no se registraron muertes por su causa, a medida que aumentan los números, también lo hace el riesgo de que se encuentren con humanos.

La situación podría empeorar aún más. Porque no tienen depredadores y están en un territorio sin sequías anuales. Por lo que pronto, podrían ser más de mil.

En resumen, las autoridades colombianas se enfrentan ahora a tratar de reducir la población de hipopótamos o exterminarla. Pero tal vez inevitablemente, hay otro giro extraño.

En octubre, un tribunal estadounidense dictaminó que los hipopótamos de cocaína son legalmente personas, en un intento por evitar que el gobierno colombiano los mate.

Fuente
TheHillWashingtonPostNBC

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