Desatada la carrera espacial privada
Los viajes espaciales son disputados por 4 empresas privadas con aspiraciones muy elevadas
Hace ya muchos años que no se escuchan reales avances y desarrollos de la agencia norteamericana NASA o de la rusa Roscosmos, y aunque se han despertado otras como la ESA, que es una coalición subordinada a la Comunidad Europea y la JAXA dependiente de la administración Nipona, los adelantos han ido por otros derroteros. Pero la verdadera carrera espacial que coexistió durante la guerra fría, entre las dos potencias mundiales que comenzó con el lanzamiento del satélite ruso Sputnik y terminó con el aterrizaje del Apolo 11 y la ulterior llegada del norteamericano Neil Armstrong a la luna, nunca se repitió como se vivió en ese entonces.
Ahora todas las naciones cohabitan en la ISS, estación espacial internacional y los progresos en materia espacial se manifiestan en lanzamientos de sondas hacia sitios desconocidos y en emprendimientos fundamentados en descubrir el cosmos, pero nunca la verdad ha estado más lejos de la realidad y es que ahora y como sucede con casi todo en este planeta, han entrado en la batalla las compañías privadas.
Desde hace unos 10 años, han entrado a la carrera espacial 4 empresas de capital privado, que le han dado un salto cuántico a las innovaciones en la investigación espacial, estas corporaciones lideradas por jóvenes emprendedores, corren en post de llegar primero más alto y más lejos, hasta donde ningún ser humano haya llegado jamás.
Las 4 ambiciosas firmas tecnológicas son SpaceX y Blue Origin desde los Estados Unidos, una ya mítica compañía británica llamada Virgin Galactic y la china OneSpace, entre las cuatro, han realizado más avances en los últimos 10 años que todas las agencias espaciales en 60 años.
Los pioneros de la investigación espacial, ahora son privados
SpaceX de Elon Musk
La compañía norteamericana SpaceX, es la primera empresa privada capaz de lanzar con éxito un cohete de grandes dimensiones, fundada y dirigida por el magnate de Silicon Valley Elon Musk, logró poner en órbita el cohete Falcon Heavy, el más potente del mundo en activo y con capacidad para transportar 64 toneladas. Una hazaña que marca un hito en la carrera espacial por muchos motivos, pero principalmente por tratarse del primer cohete de estas dimensiones que es enviado al espacio por una compañía privada.
Elon Musk ha invertido más de 500 millones de dólares en el programa Falcon, pero esa no es la verdadera aventura de SpaceX, su búsqueda es la conquista y colonización de Marte en el 2020, por lo que pujará por contratos para lanzar satélites de telecomunicaciones e incluso, podría vender sus naves a las agencias espaciales, para lograr su cometido.
Blue Origin de Jeff Bezos
El fundador del gigante del comercio electrónico Amazon, compite con Musk por ser el primero en poner a los humanos en órbita, el proyecto más importante de Bezos en la exploración espacial moderna es poder fabricar un cohete espacial que se pueda reutilizar en muy poco tiempo y ya hemos visto que sus avances no han fracasado y ya ha colocado en órbita el New Shepard.
Un cohete que está diseñado para proporcionar a los pasajeros una experiencia corta e ingrávida durante un vuelo de 11 minutos al espacio, aunque Blue Origin apenas ha volado el New Shepard este año, la compañía también ha dado grandes pasos en otros proyectos.
OneSpace de Shu Chang
China no se ha quedado detrás en la nueva carrera espacial, y tiene en Shu Chang, su nuevo garante, el ingeniero aeroespacial trabajó en la agencia espacial asiática y se convirtió en agente de inversión, su empresa de capital enteramente privado, lanzó en mayo de este año, el «Chongqing Liangjiang Star», un cohete de nueve metros de largo y 7 mil 200 kg, impulsado por un motor de combustible sólido desarrollado por OneSpace, desarrollado para lanar satélites en la órbita baja de la tierra y enviar sondas hacia la luna.
El Chongqing Liangjiang Star, es un cohete puede, por ahora, viajar durante unos 5 minutos, o 273 kilómetros, y su sistema de control se puede personalizar para satisfacer las demandas de los clientes, está equipado con dispositivos de comunicación inalámbricos y fuentes de energía de bajo costo que permiten simplificar el diseño de los sistemas de cohetes y que ha merecido un lugar importantísimo en la historia aeroespacial, por provenir de el país que más regulaciones tiene a tales desarrollos.
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Virgin Galactic de Richard Branson
La compañía del magnate británico, ya cuenta con la licencia del gobierno norteamericano para probar su vehículo espacial, con el que aspira a llevar turistas al espacio, Branson de origen británico es propietario del conglomerado Virgin Group, que incluye desde aerolíneas hasta discográficas, y que a través de Virgin Galactic aspira a liderar la conquista comercial del espacio suborbital.
Branson, llevar turistas a los límites del espacio, con la nave SpaceShipTwo VSS Unity, a una velocidad Mach 1.6, elevándose a más de 25 mil 600 metros de altura a donde llega a través de una nave nodriza llamada WhiteKnightTwo que levanta la nave suborbital a 14 mil metros donde la libera para permitir que encienda sus cohetes hasta la altura de destino y descender planeando hasta la tierra en las instalaciones de Virgin Galactic, en el Desierto de Mojave.
Aunque parece una pequeñez, por ahora hay una la lista de espera es de más de 800 personas, donde Branson es el primero de la lista e incluso el difunto profesor Stephen Hawking sería uno de los invitados inaugurales.
Y es que los grandes gobiernos, se han desocupado de aquellas indemnes inversiones y en su lugar esta serie de corporaciones privadas, lideradas por las mayores fortunas del mundo, han visto en el espacio un nicho en el que hacer nuevos e inimaginables negocio, por lo que la guerra ahora no es fría, sino que cada ve se calienta más.
