Al menos 35 jóvenes fueron asesinados en Colombia por autores desconocidos
Más de 35 jóvenes han sido asesinados en 12 días, algunos de ellos torturados, mientras las familias piden justicia. Álvaro Caicedo informó haber descubierto el cuerpo de su hijo de 15 años el 12 de agosto, torturado y acostado junto a otros cuatro adolescentes afrocolombianos sin vida.
Su hijo, José, fue asesinado en el empobrecido barrio de Llano Verde en la ciudad de Cali, en el oeste de Colombia. Caicedo encontró los cuerpos de los adolescentes. «Cuando los niños no volvieron a casa, yo era el primer padre en salir a buscar. Fuimos a la comisaría, luego caminamos por todas partes, a lugares que sabíamos que solía ir», informó Caicedo.
«Cuando supe que estaba con un grupo de otros niños, me sentí más relajado. Pero, los encontramos a todos, habían sido torturados, cruelmente asesinados, fue horrible». Este ejemplo es sólo uno de una serie de asesinatos que han arrasado algunas de las regiones rurales de Colombia durante las últimas semanas que se han dirigido en su mayoría a los jóvenes y a las comunidades conmocionadas.
El director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, también ha condenado la oleada de ataques a jóvenes, indicando que «la situación se está deteriorando»
Más de 35 han sido asesinados en sólo 12 días. «Necesitamos saber quién los mató y quién es culpable. Eso es lo que queremos… que no hay impunidad», señaló Caicedo. «Hemos estado esperando durante muchos días y no hemos tenido respuestas en absoluto.»
“Hay mucho miedo”, Erlendy Cuero de AFRODES, una asociación de afrocolombianos desplazados, comentó que, en Llano Verde ahora está preocupada y vive con miedo. «Las personas que tienen hijos tienen miedo de que les pueda pasar lo mismo que les sucedió a los cinco jóvenes», indicó.
«Hay mucho miedo porque esta masacre hizo que la gente se diera cuenta de que a estos grupos realmente no les importa a quién están matando, incluso si son niños». Hubo tres asesinatos separados en un solo día el viernes de la semana pasada, con un total de 17 muertes en las provincias de Arauca, Cauca y Nariño.
