La administración norteamericana quedó en evidencia, aunque niega su participación
Washington a estado tratando de deshacerse de destacadas figuras militares venezolanas, incluidos generales disidentes, con el fin de socavar el potencial de resistencia de Venezuela y el movimiento Chavista, uno de los intentos, fue la Operación Gedeón, sugiere que el ex asesor de Hugo Chávez, Heinz Dieterich, que explica la incursión anfibia.
El 3 de mayo, las fuerzas armadas, milicianos, policía y población civil venezolana, frustraron una operación mercenaria anfibia, de nombre Gedeón y capturaron al menos a 13 personas, entre ellas dos ciudadanos estadounidenses, como resultó más tarde, la incursión naval fallida fue parte de un plan más amplio dominado por un grupo de personal militar venezolano disidente y la compañía militar privada estadounidense, Silvercorp USA, para destituir al presidente venezolano Nicolás Maduro.
Los informes de inteligencia venezolana, han informado, una verdad a voces: Los Estados Unidos busca deshacerse de Maduro y los disidentes generales de ejército bolivariano, «un breve análisis de la Operación Gedeón, la intervención paramilitar del 3 de mayo en Venezuela muestra que fue una operación basada en las históricas operaciones encubiertas de Washington contra las revoluciones cubana y sandinista», indica el Dr. Heinz Dieterich, director del centro de ciencias de la transición de la UAM y ex asesor del presidente Hugo Chávez.
Según él, «el objetivo estratégico de esta incursión armada llamada Operación Gedeón no era capturar, detener o eliminar a Nicolás Maduro e instigar un golpe de Estado», el verdadero propósito era «evitar la reconstitución del movimiento Chavista en Venezuela eliminando su acción militar y potencial de resistencia» que incluye al general venezolano Clíver Alcalá, uno de los generales Chavista que rompió filas con Maduro sobre desacuerdos políticos.
Una semana antes de la fallida invasión anfibia retiró al general venezolano Cliver Antonio Alcalá Cordones, quien fue dado de baja del ejército en julio de 2013 y vivió en el exilio en Colombia, admitió que estaba orquestando un complot golpista contra Maduro y fue el líder ausente de la Operación Gedeón.
La Operación Gedeón quedó sin pies o cabeza, luego de la detención de Alcalá
Alcalá salió a la luz pública después de que Washington lo acusara de narcoterrorismo y ofreciera una recompensa de «hasta 10 millones de dólares» por información que condujo a su arresto el 26 de marzo de 2020, el general retirado negó resueltamente la acusación, subrayando que previamente se había reunido con funcionarios estadounidenses en no menos de «siete ocasiones».
También precisó que un envío de armas incautado por las autoridades colombianas a principios de mes estaba destinado a la operación, que se descubrió, el 24 de marzo, a través del periódico El Tiempo, que publicó una historia sobre un arsenal de guerra que fue incautado», tuiteó Alcalá el 26 de marzo. «Estas armas pertenecen al pueblo de Venezuela y fueron transportadas en territorio colombiano para iniciar la liberación por nuestras fuerzas armadas nacionales».
Como se reveló el 2 de mayo, Alcalá había acumulado al menos 300 voluntarios fuertemente armados que se esperaba que invadieran sigilosamente Venezuela desde el norte, la trama fue desarrollada junto con el ex Boina Verde norteamericano, de nombre Jordan Goudreau, quien era el cerebro de la Operación Gedeón.
En una entrevista del 26 de marzo con W Radio de Colombia y en videos de Twitter, el general retirado declaró que el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, y su homólogo Leopoldo López estaban al tanto de la operación y acusó a las figuras de la oposición de filtrar el plan.
La Operación Gedeón, estaba muerta al nacer debido a sus partes
«El 26 de marzo, Washington decidió abortar el proyecto de resistencia armada, que el general de división Chavista Cliver Alcalá estaba desarrollando en el exilio, en Riohacha, Colombia, de acuerdo con Washington y Bogotá», el ex asesor de Hugo Chávez, agregando que al día siguiente Alcalá «se entregó a las autoridades estadounidenses en Bogotá, aceptando una oferta de Washington para convertirse en testigo contra Maduro.
“Soy un soldado. Gracias a todos los que han dado su apoyo hoy. Siempre, en mis 58 años, me he comportado de acuerdo con el bien colectivo. Esto ha sido muy difícil cuando prevalecen el egoísmo más extremo y los antivalores. Dios lo sabe todo», después de que el plan del golpe quedara supuestamente anulado, fue arrestado y condenado.
Después de haberse quedado sin dirección estratégica y liderazgo, el plan de golpe de Estado se transformó en una «Operación Gedeón amateur, llevada a cabo por cazarrecompensas, venezolanos, buscadores de fortuna y empresarios políticos estadounidenses, que nunca tuvieron la oportunidad de «capturar, detener o eliminar a Nicolás Maduro», con el fin de cobrar la recompensa estadounidense de 15 millones de dólares», señala Dieterich.
Mientras que Washington ha negado cualquier conocimiento previo de la fallida operación anfibio, los congresistas demócratas en el comité de relaciones exteriores del senado están exigiendo respuestas de la administración Trump sobre la redada destinada a capturar a Maduro.
«O el gobierno de los Estados Unidos desconocía estas operaciones planificadas, o era consciente y les permitía continuar. Ambas posibilidades son problemáticas», indicó una carta del jueves firmada por tres legisladores demócratas, alegando que el esfuerzo fallido iba en contra del apoyo estadounidense al compromiso diplomático para resolver el enfrentamiento político del país sudamericano.
