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Corte suprema anula decisión de Bolsonaro

Los barcos iraníes abandonan Brasil luego de tres meses de espera

Dos buques de grano iraníes que la compañía petrolera estatal brasileña Petrobras se negó a repostar regresan a casa esta semana después de que la corte suprema del país anuló la decisión del presidente Jair Bolsonaro, de no repostar el combustible necesario para emprender el retorno.

La disputa diplomática comenzó la semana pasada cuando, por órdenes del gobierno brasileño, Petrobras se negó a repostar a dos barcos iraníes cargados de maíz en Port Paranaguá, a lo largo de la costa este del país, argumentando que hacerlo violaría las sanciones comerciales de Estados Unidos contra el régimen.

El CEO de Petrobras, Roberto Castello Branco, confirmó este fin de semana que había cumplido con un fallo de la corte suprema que ordenaba a la compañía reabastecer de combustible a los barcos, anulando un mandato judicial que permitía a la compañía retener combustible, citando las sanciones estadounidenses que prohibía vender petróleo a Irán.

Pero como si de justicia divina se tratara, luego de tres meses de espera, ambos barcos han comenzado su viaje de regreso a Irán, cargados de combustible, aunque la oficina de prensa de Petrobras no habría sido notificada oficialmente sobre la decisión de la corte suprema, la compañía acató sus opciones una vez que conocidos los detalles de la decisión.

El caso fue llevado a la corte suprema por la empresa brasileña Eleva Química, que argumentó que ni ellos ni sus productos estaban cubiertos por las sanciones norteamericanas contra Irán, impuestas por la administración Trump el año pasado.

El argumento fue aceptado por el presidente del tribunal, Dias Toffoli, quien también citó los riesgos económicos de negar el servicio a la naviera iraní, pues representa el 70% de las ventas de granos hacia el medio oriente del gigante sudamericano

Corte Suprema de Brasil.
Los barcos quedaron varados a principios de junio después de que Bolsonaro, se negó a venderles combustible para combustible por temor a que violara las sanciones de Estados Unidos contra Irán.

Ni Petrobras, ni Bolsonaro, han podido negarse al mandato de la corte suprema de Brasil

La orden de la corte suprema, llegó poco después de que el embajador iraní, Seyed Ali Saqqayian, expresó que Teherán podría suspender todas las importaciones de Brasil si la situación no se resolvía.

Las empresas brasileñas exportan más de 2 mil millones de dólares al año en bienes a Irán, su mayor comprador de maíz y entre sus principales compradores de soja y carne de res, por lo que, muchos temían daños significativos a la economía de Brasil si Irán dejaba de comprar por completo.

Como señaló el medio de propaganda estatal PressTV, «Brasilia y Teherán han disfrutado durante mucho tiempo de una buena historia de relaciones políticas y económicas», principalmente bajo los gobiernos de izquierda de las últimas dos décadas que simpatizaban con el régimen iraní.

El presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, ha expresado su interés en cortar los lazos con el gobierno islámico y ha indicado que puede endurecer su postura hacia Irán para ganar el favor de Estados Unidos, con quien espera profundizar los lazos diplomáticos y comerciales en breve.

Bolsonaro advirtió recientemente a las compañías petroleras brasileñas que podrían enfrentar represalias de Washington si tratan con los intereses petroleros iraníes en violación de las sanciones estadounidenses, y agregó que Brasil estaba «alineado» con la política norteamericana al respecto.

“Me estoy acercando mucho a Trump, fui recibido dos veces por él. Es la economía número uno en el mundo, nuestro segundo mercado más grande, y ahora Brasil tiene los brazos abiertos para hacer tratos y asociaciones”, indicó este mes. “Pero hay ciertas cosas en las que no es necesario conversar. Estamos alineados con sus políticas. Entonces hacemos lo que tenemos que hacer «.

En su decisión, el juez de la corte suprema, Dias Toffoli, explicó que los graneleros Bavand y Termeh están bajo contrato con la empresa brasileña Eleva Química, que no está bajo las sanciones estadounidenses, y por lo tanto tienen derecho a recibir el combustible y continuar sus viajes de regreso.

Fuente
ReutersOGlobo

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