Suprema corte pausa nuevamente la política fronteriza de permanecer en México
La corte suprema de justicia norteamericana, detuvo la noche del viernes la orden de un tribunal inferior. La orden habría requerido que el gobierno de Biden reiniciara la práctica de la era Trump de instruir a los migrantes a esperar en México sus audiencias de asilo al día siguiente.
Aunque temporal, la orden firmada por el juez de la corte Samuel Alito otorgó al gobierno de Biden más tiempo para luchar contra el restablecimiento de una controvertida política fronteriza. Una que denunció enérgicamente como ineficaz.
La suspensión de la orden de la corte inferior expira el martes a la medianoche. Desde la semana pasada, cuando el juez de la corte de distrito Matthew Kacsmaryk, uno designado por el expresidente Donald Trump, ordenó al gobierno de Biden revivir el programa «Permanecer en México».
El juez de la corte de distrito, arguyó, que el programa fue terminado ilegalmente a principios de este año. Todos recuerdan a Biden, poco después de llegar a la Casa Blanca, a firmar ordenes de derogación de varios decretos de la era Trump.
El juez de la corte Kacsmaryk ordenó a los funcionarios federales implementar la política fronteriza de la era Trump, de protocolos de protección a migrantes. Con el inciso de que fuera: hasta que sea «legalmente rescindida».
La corte detuvo la pretensión de Trump, de gobernar a pesar de Biden
Por ahora, el gobierno debe crear la capacidad de mantener a todos los solicitantes de asilo y migrantes sujetos a detención obligatoria bajo la ley estadounidense.
El gobierno de Biden argumentó que tal requisito judicial obligaría al gobierno a continuar con la política de permanecer en México «a perpetuidad». Debido en parte, porque Estados Unidos no tiene suficiente espacio de detención en los centros de detención de migrantes.
Después de que Kacsmaryk se negara a suspender su fallo. Biden solicitó a la corte de apelaciones del quinto circuito que interviniera. El jueves por la noche, el tribunal de apelaciones se negó a pausar la orden de Kacsmaryk, de acuerdo con la premisa de su opinión legal.
En la solicitud de emergencia que presentó ante la corte suprema el viernes, la administración señaló: La reactivación apresurada del programa, «interrumpiría gravemente» las operaciones a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
El reinicio del programa, según Biden, también amenazaría “crear una crisis diplomática y humanitaria». Los funcionarios de la administración también explicaron, que no pueden implementar la política, sin el consentimiento del gobierno mexicano.
En este caso, ya México, se habría desembarazado del programa, pues este, habría creado también, un problema similar pero dentro de su territorio. Por lo que, tendría que aceptar a los migrantes no mexicanos devueltos por Estados Unidos.
Reinstaurar el programa para el sábado habría sido «casi imposible». Escribió el secretario adjunto de seguridad nacional, David Shahoulian, en una declaración judicial a principios de esta semana.
