Las votaciones de septiembre se ponen en duda a medida que aumentan los contagios
El plan de Bolivia de celebrar una elección presidencial en septiembre, visto como una clave para estabilizar su democracia después de un año de tumulto político, está cada vez más en duda en medio de las crecientes muertes por coronavirus, incluyendo informes sombríos sobre policías en dos ciudades encontrando los cuerpos de presuntas víctimas de Covid-19.
La policía indicó que han recuperado 420 cuerpos de las calles, vehículos y casas en la capital La Paz, y en la ciudad más grande de Bolivia, Santa Cruz, en el lapso de cinco días. Entre el 80 y el 90% de ellos se cree que han tenido el virus, lo que ha lanzado sombra sobre la elección.
Un comité que asesora al ministerio de salud sobre las medidas de contención de brotes indicó en una carta esta semana al máximo funcionario electoral de Bolivia que la celebración de la elección según lo previsto no sería aconsejable debido a la rápida propagación del virus.
La mayoría de los investigadores están de acuerdo en que «para planificar actividades como una elección, hay que esperar a que la curva epidemiológica de los casos activos tenga una disminución sostenida por un período de 14 días, por lo que la fecha del 6 de septiembre no es apropiada», escribió el comité, compuesto en su mayoría por médicos, a Salvador Romero, presidente del tribunal supremo electoral.
Seis de los ocho partidos en la carrera electoral boliviana han dicho que están a favor de un aplazamiento de la elección
Bolivia ha reportado casi 2 mil 300 muertes confirmadas por Covid-19, aunque se cree que el número real es mayor. El tribunal electoral, que aún no ha comentado la carta recomendando el aplazamiento de la elección, decide la fecha con el aval del congreso, actualmente dominado por el partido movimiento por el socialismo.
El MAS, fue dirigido por Evo Morales, quien se vio obligado a dimitir como presidente el año pasado después de las protestas por una elección que los observadores internacionales, entre ellos la OEA, afirmaron que estaban empañadas por irregularidades, aunque al final no fuera cierto.
El partido movimiento al socialismo, que nombró al exministro de economía Luis Arce como su candidato presidencial, cree que tiene una buena oportunidad de recuperar la presidencia y quiere que la elección se adelante según lo previsto. Arce ha alegado que el gobierno de la presidenta interina Jeanine Añez está utilizando la pandemia como un «pretexto para extender su interinato».
