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AMLO ya es el presidente transformador de México

El izquierdista se juramenta sobre la esperanza en nombre de los mexicanos comunes

El presidente de México es ya, Andrés Manuel López Obrador, quien fue juramentado este sábado en medio de la diatriba y en la cresta de una gran ola de esperanza de que puede transformar el país en nombre de los pobres y marginados, y la sospecha que no podrá cumplir con tan grandes expectativas, AMLO, el pelirrojo izquierdista de 65 años de edad, ganó una histórica victoria en julio.

El abanderado y líder de Morena, ha llevado a México a la izquierda después de 30 años de expectativas frustradas, figuras de todo el mundo han sido invitadas a la inauguración, entre ellas el vicepresidente estadounidense Mike Pence, Ivanka Trump, Jeremy Corbyn y un grupo bastante variopinto de presidentes latinoamericanos, pero ninguno más televisado, para disgusto de los críticos locales de López Obrador, que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Andrés Manuel López Obrador, el primer presidente izquierdista de México en siete décadas, el ex alcalde de la Ciudad de México se comprometió el sábado a terminar con la corrupción y la impunidad para transformar la nación en nombre de los pobres y marginados, el hombre conocido como AMLO asume el cargo, cundo la atención internacional se centra en una caravana de migrantes centroamericanos acampados en la frontera de Estados Unidos y México, el que será el primer desafío de su administración para la política exterior.

Los expertos habían advertido que la elección de AMLO desataría una ola de antiamericanismo latente en respuesta a las provocaciones racistas de Donald Trump, pero los mexicanos parecen estar más preocupados por los problemas domésticos como la corrupción desenfrenada, la pobreza persistente y una guerra contra las drogas militarizada que ha dejado 200 mil muertos.

«No nos gusta Trump, pero también entendemos que es un peligro para el país, por lo que, si puedes mitigar el peligro, será mucho mejor», comenta Federico Estévez, profesor de ciencias políticas en el ITAM, una universidad privada, con AMLO, «se trata de ser México primero, no ser anti-gringo», agregó.

«Llevaremos a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero también profunda y radical», dijo el líder de cabello plateado en su primer discurso ante el congreso, «porque acabaremos con la corrupción y la impunidad que están bloqueando el renacimiento de México», AMLO ha prometido gobernar con frugalidad, vender el avión presidencial, cambiar limusinas por un Volkswagen Jetta que siempre lo acompaña y solicitar un recorte salarial del 60% , lo que obliga a otros políticos y funcionarios públicos a seguir su ejemplo.

AMLO.
Ciertamente, no será fácil dado el grado en que dichos problemas son endémicos en la política y la sociedad del país, sin embargo, el nuevo enfoque presidencial quedó claro desde el momento en que AMLO llegó a la ceremonia en el mismo Volkswagen que había conducido durante años y no en el habitual convoy blindado.

AMLO es la nueva esperanza para México

El Peje López, toma el poder en medio de las expectativas astronómicas de los mexicanos comunes, “necesitamos un cambio, para hacer lo que nunca se ha hecho antes», afirma Erik Yniesta, de 44 años, un consejero de adicciones, “él tomó el sistema y lo venció, fue la única opción válida», recuerda Eleonora Montes, una representante de ventas en Tijuana, «todos nuestros políticos roban, en un país que es tan pobre, llegan al poder como una forma de enriquecerse».

Dichas opiniones reflejan un disgusto generalizado con los principales políticos del país: el presidente saliente, Enrique Peña Nieto, deja el cargo con índices de aprobación históricamente bajos, Peña Nieto fue inicialmente aplaudido por los comentaristas internacionales para las reformas estructurales he incluso la revista Time lo presentó en una portada adornada con las palabras «Salvando a México», pero su administración rápidamente se atascó en escándalos de corrupción y creciente ira por la economía sombría.

Mientras tanto, el país superó una serie de hitos sombríos con un número récord de homicidios, pero el presidente no parecía estar interesado en enfrentar la violencia y la corrupción que acosan a los mexicanos comunes, «simplemente no sabía cómo lidiar con los problemas que enfrentaba su gobierno», explicó Javier Garza, editor de la ciudad norteña de Torreón.

Por ahora AMLO promete un gobierno limpio y ha argumentado que los políticos anteriormente corruptos se alinearán si el presidente da un ejemplo apropiado, pero la semana pasada, sorprendió al país al decir que no perseguiría los casos de corrupción en el pasado, sino que preferiría pasar la página.

Además, consternó a los partidarios al revelar un plan para una nueva guardia nacional militarizada bajo el mando militar, a pesar de la creciente evidencia de que las fuerzas armadas de México han cometido abusos generalizados contra los derechos humanos en nombre de la guerra contra los crímenes organizados, mientras tanto, ha llevado a cabo una serie de plebiscitos incluso antes de asumir el cargo: para anular un nuevo aeropuerto propuesto en la ciudad de México y sellar una serie de proyectos de mascotas, incluida una nueva refinería en su estado natal y un tren «turístico» en Yucatán.

Todas las propuestas fueron aprobadas de forma abrumadora, pero con una participación en cifras individuales, «estos últimos meses han hecho evidente que su proyecto no está muy claro», afirmó Diego Petersen Farah, columnista del periódico El Informador de Guadalajara, «Hay mucha improvisación y menos inteligencia de la necesaria».

A los cantos de «presidente ¡Sí podremos!» dentro de la cámara, Andrés Manuel López Obrador recibió la banda presidencial del presidente saliente, Enrique Peña Nieto, e indudablemente ha habido un cambio radical en la política mexicana, pero aún está por verse si será capaz de realizar un cambio en México, ciertamente, no será fácil dado el grado en que dichos problemas son endémicos en la política y la sociedad del país.

Fuente
Eonomist

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