En vista de cómo se han desarrollado los acontecimientos y de cómo se ha realizado la transición entre el gobierno de EPN y AMLO, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, tuvo la iniciativa de hacer un acercamiento con los grupos beligerantes apostados en México, para reafirmar su compromiso de paz con todos los sectores del país azteca y con esa intención propuso un diálogo con el EZLN, la guerrilla zapatista alzada en armas desde el 1 de enero de 1994 y que, desde 1995, se mantiene en tregua, al fracasar el diálogo con el gobierno de ese entonces, pues la mejor manera de entrar a la presidencia del palacio de los Pinos es teniendo una plataforma estable y de coalición entre todos los actores de la federación.
El EZNL o ejército Zapatista de liberación nacional, actualmente se encuentra en el estado de Chiapas, que hace frontera con Guatemala, al sudeste mexicano, donde gobierna de manera autónoma y conforme a los usos y costumbres ancestrales de su pueblo, pero por lo pronto no está alado en armas o al menos, no se encuentra realizando incursiones armadas contra ningún elemento, se puede afirmar que se mantienen, al menos con respecto a su relación con la presidencia y el gobierno azteca, como en estado de suspensión.
Desde el inicio de la campaña, López Obrador, ha querido comenzar un dialogo con los insurgentes y mantener con ellos una buena relación, de hecho, en más de una ocasión ha tratado de establecer comunicación con ellos, pero hasta el momento no se ha logrado, al conocer su nuevo papel como presidente y a través de su encargado de asuntos de derechos humanos, Alejandro Solalinde, decidió enviar una carta al grupo armado a través del sacerdote y activista.
La comunicación, de la que no se ha revelado el contenido, por ninguna de las partes, es una invitación del futuro presidente mexicano «para dialogar», según anticipó Solalinde, aunque dijo que «dónde, cuándo y cómo» sería esa negociación «no sabemos» por cuanto «eso lo tendrán que acordar ellos sin participación mía».
Solalinde, también expuso, sobre la postura del grupo insurgente y ha manifestado que, «ahora ya no sirve la actitud» del EZLN, puesto que «ya no corresponde con la nueva era que estamos comenzando con el presidente López Obrador. Tienen que abrirse», atribuyó el religioso, que este miércoles entregará la misiva en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, el sacerdote ha asegurado que habría tenido un acercamiento previo a los líderes sediciosos y que «ya aceptó el EZLN tener el primer diálogo» en esta misma ciudad.
«Existe disposición del presidente electo para sostener un diálogo con la comandancia zapatista», sin que haya «secretos» porque «todo tiene que ser transparente», afirmó el activista, pero según su postura, la organización rebelde ha ejercido un papel preponderante al «habernos abierto y despertado la conciencia, y haberse hecho una instancia anti-sistémica. El problema es que ahora ya no sirve esa actitud que ellos tienen», mantuvo.
El grupo guerrillero no ha entablado ningún diálogo con el gobierno, desde el realizado con el presidente Carlos Salinas en 1995, a través de la mediación del ahora fallecido obispo Samuel Ruiz, que fuese para ese entonces titular de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, aunque el 6 de julio pasado, los zapatistas dieran a conocer su reacción en torno al triunfo de AMLO, donde afirmaron su negativa a sumarse al nuevo gobierno de izquierda al considerar que «podrán cambiar el capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo».
El portavoz político-militar del EZLN, a través de un comunicado suscrito por el propio subcomandante Galeano, antes conocido como Marcos, ha dado la bienvenida al nuevo gobierno de izquierda, aunque ha hecho críticas y ha manifestado tener reservas sobre el tema.
El pasado año, la guerrilla zapatista generó la iniciativa de postular a una médica tradicional llamada María de Jesús Patricio, que en sus tierras es conocida con el alias de «Marichuy», para ser candidata presidencial a través de la vía independiente, el EZLN, hasta ese momento mostraba una posición de renuencia a participar en elecciones, aunque para ese momento, ya habrían descartado la lucha armada como motor para «lograr la transformación del país».
La postura de la organización insurgente nunca ha sido, según sus propias palabras «no es por el poder», su lucha siempre ha sido llamar «a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse para detener la destrucción capitalista, fortalecerse en sus resistencias y rebeldías», pero con la fe firme de que los cambios no los genera un presidente, sino un colectivo.
Marichuy, de la etnia náhua del occidental estado de Jalisco, y de 54 años, convocó a todos los pueblos originarios de todo el país a organizarse y reunir los elementos necesarios a fin de obtener el registro, pero no lo logró y debió retirarse de la intención, de cualquier manera, encontró una palestra que le hiciera llegar su voz, que marcó un verdadero precedente que pretende dar inicio a que otros dirigentes indígenas se vean con posibilidades para postularse a la presidencia.
De los 15,7 millones de indígenas que pertenecen a las 68 etnias que habitan en territorio azteca, de una población total de más de 122 millones de habitantes, sólo 6,6 millones hablan su lengua originaria o una lengua distinta al español y, por ende, no tienen participación y nunca la han tenido en la vida política de México.
Solalinde, no ha comenzado con buen pie su acercamiento al EZLN
Por otra parte, la guerrilla zapatista ha manifestado que no han tenido ningún acercamiento con un enviado del presidente electo Andrés López Obrador con ningún fin, el EZLN, declaró que Alejandro Solalinde, quien habría anunciado un próximo encuentro con representantes de la insurgencia para entregarles una carta de López Obrador, está mintiendo descaradamente con un «afán de protagonismo» y del sacerdote no ha recibido «nada más que mentiras, insultos, calumnias y comentarios racistas y machistas».
Por lo que han comunicado que, «La dirección política, organizativa y militar del EZLN no ha aceptado ningún primer diálogo con nadie», afirmaron los insurgentes, en una misiva firmada por el subcomandante Moisés, que ha afirmado que, «como es sabido por quienes tienen el mínimo conocimiento sobre el EZLN y sus modos, un asunto así sería comunicado públicamente con antelación», manifestó.
Moisés, habría aseverado que Solalinde supone que «somos unos pobres indígenas ignorantes» y «eso evita que bajemos la vista y nos postremos ante quien el señor Solalinde considera el nuevo salvador», indicó la organización rebelde, lo que sí podemos aseverar desde la dirigencia zapatista y fue un pedido hecho a los colaboradores de López Obrador, es que deje «en paz» a la guerrilla y que continúe celebrando el triunfo electoral.
El grupo beligerante le ha manifestado al presidente electo, «¿Por qué no mejor se preparan bien, y sin mentiras, para los 5 años y 10 meses que estarán en el gobierno federal», explicó el subcomandante zapatista, quien recordó a López Obrador, que «todavía no es presidente» y su equipo se comporta como si ya estuviera «en el gobierno?».
El comunicado dejo en claro, que no han olvidado la experiencia de búsqueda de diálogo que tuvieron con el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo, quien ha afirmado que, «aprovechó esos contactos iniciales para planear el aniquilamiento de la dirigencia zapatista de entonces, y quien fue el que operó esa traición fue Esteban Moctezuma Barragán, que es ahora uno de los propuestos para formar parte del gobierno” de AMLO.
«Ignoramos si ahora el señor Solalinde pretende relevar a Moctezuma Barragán en las funciones que tuvo con Zedillo. No es de nuestra incumbencia, pero mal hacen, quienes se autodeterminan el cambio verdadero, al arrancar con mentiras, calumnias y amenazas», concluye el comunicado de grupo insurgente.
