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Hambruna por la democracia

Las sanciones no son la manera de derrocar a Maduro

La hambruna es demasiado sacrificio por la democracia, así como lo expresó la alta comisionada de los derechos humanos en el informe preliminar sobre su visita de tres días a Venezuela, en el país sudamericano existe una tragedia humana con pocos paralelos, según las tendencias actuales, aproximadamente 8 millones de personas habrán huido del país para fines de 2020, todos buscando huir de la crisis económica más devastadora de toda la historia venezolana.

Según se escucha en las calles de toda Venezuela, el principal culpable es el régimen socialista de Nicolás Maduro, quien heredó el manto revolucionario de su antecesor Hugo Chávez en 2013 y ha administrado de la peor manera una economía que hasta hace muy poco era rica, aunque también era desigual, se mantenía prospera.

La hambruna que se cierne sobre el país, no tiene precedentes en una nación que no está en guerra o que enfrenta un desastre natural, pues aunque la economía se ha reducido a la mitad en los últimos cinco años, es la producción de petróleo, el pilar de la economía, ha sido víctima de años de falta de inversión, corrupción y la pérdida de expertos hacia el extranjero.

Pero además de los males que implican una crisis ideológica y política, la grave escasez de alimentos, combustible y medicamentos está golpeando a un país que alberga las mayores reservas de petróleo del mundo.

No obstante, y a pesar del desastre que se está desarrollando, Maduro y sus amigos se han aferrado al poder gracias a lo que se ha considerado como elecciones arregladas y al apoyo de aliados clave como Rusia, Cuba, China y Turquía.

La UE ha respondido, con razón, con la congelación de activos y las prohibiciones de viaje dirigidas a miembros clave del gobierno venezolano y un embargo sobre equipos militares, pero la administración de Donald Trump ha ido mucho más lejos, imponiendo severas sanciones económicas a Venezuela con el objetivo explícito del cambio de régimen.

Hambruna en Venezuela.
En estados fronterizos, como Táchira3 y Zulia, la problemática se agrava aún más debido a la facilidad de llevar mercancía con precio artificialmente bajo, debido al control de precios, desde Venezuela hacia Colombia como contrabando.

Venezuela ha comenzado a desarrollar hambruna, bajo el asedio de las sanciones sobre su economía

Las sanciones apuntan a bloquear al banco central del sistema financiero mundial, sitiando las exportaciones de oro, prohibiendo el acceso a dólares y a los mercados de valores y ahogar las exportaciones de petróleo.

Este año Washington prohibió a las empresas y nacionales estadounidenses y a cualquier otra del mundo a hacer negocios con la empresa petrolera estatal de Venezuela, PDVSA, y congelar sus activos estadounidenses y en la comunidad europea.

Trump ha prohibido el uso del sistema financiero norteamericano, para realizar transacciones que involucren el petróleo venezolano, extendiendo el alcance de las medidas más allá de las costas estadounidenses y ha confiscado al grupo refinador de Citgo, de propiedad venezolana.

Y las consecuencias del asedio han sido inmediatas, la producción de petróleo ha caído este año en un 40%, más desde una base ya muy baja y como el petróleo representa casi todos los ingresos de exportación y como Venezuela produce solo un tercio de los alimentos que precisa, se ha inmovilizado la capacidad del país para alimentarse.

Los movimientos que han liderado los halcones, como John Bolton, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, y Mike Pompeo, parecieran teóricamente acelerar el rápido colapso del régimen de Maduro, seguido por sus partidarios cubanos y el restablecimiento de la democracia en ambas naciones.

Pero los expertos y analistas de todos los niveles y todas partes del mundo, afirman que las sanciones estadounidenses más estrictas han contribuido claramente a la caída, este año de la producción de petróleo, han puesto en peligro las importaciones de alimentos y han traído la hambruna a ambos países.

Lo que es aún peor es que, hasta ahora, no han logrado derrocado a Nicolás Maduro, no han debilitado a su gobierno y tampoco han impedido que altos funcionarios venezolanos hayan encontrados formas alternativas de enriquecerse.

Por lo que ha llegado el momento de reconocer que, si bien las sanciones contra funcionarios individuales del gobierno de Maduro y algunas de las medidas financieras más amplias están plenamente justificadas, las sanciones petroleras causan daño desproporcionado al pueblo venezolano y deben suprimirse.

La hambruna es un muy alto precio que pagar por un cambio de régimen

Venezuela pudiese enfrentar una hambruna en un corto tiempo, y esto sería demasiado sacrificio por motivo cualquiera, algunos funcionarios internacionales advierten de un escenario alternativo para Venezuela, es el de Zimbabue, donde un régimen se mantiene en el poder durante años en medio de la devastación económica de su población.

Por su puesto, las comparaciones no deben ser exageradas, ya que Zimbabue no es productor de petróleo y nunca ha llegado a ostentar la riqueza de Venezuela, pero lo que es innegable es la magnitud de la tragedia humana y el hecho de que está empeorando rápidamente.

Nicolás Maduro tiene la responsabilidad principal, porque tiene prioridades equivocadas dentro de su régimen, pero lo que ha deteriorado la situación en el último año es el bloqueo comercial, son las sanciones, las que tienen la culpa de la mayoría de las carencias en Venezuela.

Fuente
EIAElNacional

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