Este sería el tercer accidente ocurrido en menos de un mes en la zona del municipio de Tultepec, en la que una explosión causada por el mal manejo de elementos pirotécnicos causa víctimas mortales, en el sector se registró el pasado 6 de junio otra explosión en un almacén de fuegos artificiales que dejó siete muertos y ocho heridos, poco más tarde el 25 de junio, una persona murió y seis resultaron heridas en explosiones ocurridas en un depósito y dos talleres de pirotecnia. Estos no han sido hechos aislados, ya que, en diciembre de 2016, una explosión en el mercado local de Tultepec, produjo la muerte de 42 personas.
La explosión que se registró a primeras horas de la mañana en la localidad de Tultepec, que ya es tristemente conocido por otros letales accidentes pirotécnicos, alertó a los equipos de emergencia, que diligentemente se presentaron en el sitio del suceso para rescatar a los heridos, cuando se produjeron una serie de explosiones que dejaron sin vida al menos a cuatro bomberos, dos policías y un trabajador de protección civil, la cifra final del accidente es de 24 personas fallecieron por el momento y otras 49 más que resultaron heridas durante los incidentes, informaron las autoridades.
Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil en la zona, ha explicado que, en su mayoría, estos accidentes suceden en talleres clandestinos, aunque estén ubicados en una zona que específicamente está delimitada para la producción de artículos pirotécnicos y en todas las ocasiones, aún no sabemos si en esta, los accidentes son producidos por malos manejos de los elementos pirotécnicos.
La pequeña industria artesanal de fuegos artificiales pone en riesgo a la comunidad
El municipio de Tultepec, es conocido por la producción de fuegos artificiales y es de notar que a lo largo del sector, existen una gran cantidad de edificios pintados de colores vivos y con la advertencia “peligro” en su exterior, las autoridades han manifestado que los negocios que estallaron no tendrían los permisos emitidos por el ejército de México para almacenar explosivos, algo que ocurre en muchas otras empresas familiares de la zona.
Este desastre que se suma a otra serie de accidentes ocurridos en el municipio, ha obligado a los mandos del ejército, funcionarios estatales y federales a imponer nuevas restricciones de seguridad, para las empresas que se dediquen a la confección y fabricación de artículos pirotécnicos y a desarrollar un plan de supervisión de las mismas.
En el operativo de respuesta ante los sucesos, fueron movilizados unos 300 efectivos policiales y otros más del cuerpo de bomberos y protección civil y los heridos que fueron atendidos con premura por paramédicos, se trasladaron en ambulancias y helicópteros a varios hospitales locales.
Los residentes del lugar, que son extremadamente protectores con su industria artesanal, se han resistido en muchas ocasiones a aceptar alguna regulación y durante el suceso, algunos de ellos agredieron a los periodistas que se encontraban en la zona cubriendo los sucesos, destruyendo las tarjetas de memoria de sus dispositivos móviles y cámaras.
El gobierno federal, ha mantenido una política de regulación, en consecuencia, a estos hechos que han enlutado a numerosos hogares de la federación azteca, por ello las medidas de seguridad que reinan en estos talleres y en los mercados pirotécnicos dispersos por toda la república, han estado siempre en la palestra del debate, y es que, el incremento de la venta de fuegos artificiales y elementos pirotécnicos, está directamente ligado a la gran cantidad de ferias y festivales a lo largo y ancho de México.
La extrema prudencia y el acatamiento de las normas de manejo de los productos incendiarios y explosivos, pueden mantener esta industria artesanal en movimiento, por lo que es aconsejable utilizar el sentido común en el uso de artefactos pirotécnicos, porque desde los pequeños cohetes y bombas, hasta los más grandes morteros, son a menudo lanzados a poca distancia de los espectadores, pueden poner el riesgo a las personas en la calle.
