Un informe revela un aumento de los ataques contra iglesias, mezquitas y sinagogas y otras instituciones religiosas en el país norteamericano
Un reciente informe de la organización no gubernamental Religious Freedom & Business Foundation ha puesto en evidencia el incremento de la violencia y la intolerancia contra las instituciones religiosas en Estados Unidos, especialmente durante el año 2023. Según el estudio, se registraron 1 mil 24 incidentes de vandalismo, incendio, robo, amenaza, asalto y homicidio contra iglesias, mezquitas, sinagogas y otros lugares de culto en todo el territorio estadounidense, lo que representa un aumento del 23% respecto al año anterior.
Los factores detrás de la violencia religiosa
El informe atribuye el aumento de la violencia contra las instituciones religiosas a varios factores, entre ellos la polarización política, el extremismo ideológico, el racismo, la xenofobia, el antisemitismo, la islamofobia y la homofobia. Asimismo, señala que la pandemia de COVID-19 y las medidas de confinamiento y distanciamiento social han generado un clima de estrés, ansiedad, frustración y enojo en la población, que se ha traducido en actos de agresión contra las minorías religiosas.
El informe destaca que la violencia contra las instituciones religiosas no solo afecta a los derechos humanos y la libertad de culto, sino que también tiene un impacto negativo en la economía, la seguridad, la cohesión social y la paz. Según el estudio, la violencia religiosa le cuesta a Estados Unidos unos 1 mil 200 millones de dólares al año en daños materiales, pérdidas de ingresos, gastos médicos, asistencia legal y reparación psicológica.
Las posibles soluciones
El informe propone una serie de recomendaciones para prevenir y reducir la violencia contra las instituciones religiosas en Estados Unidos, entre ellas:
- Promover el diálogo interreligioso y la educación para la tolerancia y el respeto a la diversidad.
- Fortalecer la protección legal y la asistencia a las víctimas de la violencia religiosa.
- Sancionar a los responsables de los ataques y desmantelar las redes de odio y extremismo.
- Fomentar la participación de las comunidades religiosas en el desarrollo económico, social y cultural del país.
- Apoyar la labor de las organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la defensa de la libertad religiosa y los derechos humanos.
El informe concluye que la violencia contra las instituciones religiosas es un problema grave y urgente que requiere la atención y la acción de todos los sectores de la sociedad estadounidense, desde el gobierno hasta los medios de comunicación, pasando por las empresas, las escuelas, las familias y los individuos. Solo así se podrá garantizar el pleno ejercicio de la libertad religiosa y el respeto a la dignidad humana en Estados Unidos.