Nicolás Maduro afirmó que estaba listo para dimitir si la oposición gana las elecciones de ayer
El ministro de relaciones exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, respondió a los comentarios hechos por el secretario de estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo. Respecto a las elecciones dominicales para la asamblea nacional de Venezuela.
En respuesta a las afirmaciones del sábado del secretario de estado, de que «el fraude electoral de Venezuela ya se ha cometido», en medio de las elecciones dominicales en el país. Arreaza tuiteó que los intentos de Estados Unidos de ejercer influencia política en Venezuela han fracasado.
«Un zombi ha hablado! Aunque según su jefe hubo un fraude en las elecciones estadounidenses. @SecPompeo, tome la verdad con calma y resignada: en Venezuela, su fracaso es absoluto. Esperamos que pronto la diplomacia regrese al departamento de estado y a la Casa Blanca», señaló Arreaza.
Más de 100 partidos políticos y asociaciones participan en las elecciones parlamentarias dominicales en Venezuela. A pesar de que el bloque opositor del fallido líder interino Juan Guaidó, se negó a participar en la votación. El presidente venezolano Nicolás Maduro indicó que estaba listo para dimitir si la oposición gana las elecciones dominicales.
La participación en las elecciones dominicales, fue baja con colas cortas en los centros de votación. Pocas personas estaban interesadas
Maduro votó temprano el domingo e instó a todas las fuerzas políticas a entablar un diálogo nacional inclusivo después de las elecciones.
A pesar de la presencia de observadores imparciales y movimientos como el indulto de Maduro en septiembre de 110 afiliados de la oposición de Guaidó, varios gobiernos y organismos internacionales posicionados contra Maduro y el Chavismo ya han declarado que no reconocerán los resultados de la elección.
El rechazo de la UE al cronograma electoral contenía un rechazo implícito a los resultados de esa elección, y al Grupo Lima de 14 naciones, un bloque de derechas de naciones latinoamericanas, pero liderado por Estados Unidos, cuya única razón de ser es la eliminación de Maduro del poder, se comprometió en agosto a ignorar las elecciones.
Las elecciones dominicales, disputadas por unos 14 mil candidatos de más de 100 partidos, llegó con el país en una profunda crisis política y económica, asfixiada por una inflación desbocada, paralizado en interminables colas de gasolina, carente de agua y gas, y afligido por cortes de energía repentinos.
