El sitiado, señalado y aislado país petrolero gana un puesto en ACNUR
Fuera de todo pronóstico, Venezuela ha ganado un escaño en el consejo de derechos humanos de la ONU o ACNUR, después de una votación de la asamblea general, la decisión se produjo a pesar de que grupos de derechos y opositores del gobierno de Nicolás Maduro instaron a los países a votar en contra de la medida.
En un revés no esperado la asamblea general de 193 miembros que está eligiendo 14 miembros para el consejo de derechos humanos de 47 miembros por períodos de tres años, para el ciclo que comienza el 1 de enero de 2020, le ha dado los suficientes votos a Venezuela para ser uno de los elegidos.
El consejo con sede en Ginebra puede destacar los abusos y tiene monitores especiales que vigilan ciertos países y problemas, este organismo revisa periódicamente la situación de los derechos humanos en todos los países miembros de la ONU.
Que Venezuela haya ganado un asiento en el consejo no deja de lado las críticas generalizadas por su pobre historial de derechos humanos, pues recientemente, la administración de Nicolás Maduro, está acusada de encarcelar, torturar y arrestar arbitrariamente a figuras de la oposición.
Más de 50 países ya no reconocen a Maduro como el líder legítimo del país, incluidos Estados Unidos y la mayoría de los gobiernos de América Latina, así como estados de la UE como Francia, Alemania, España y el Reino Unido, estos respaldan al diputado y presidente de la asamblea nacional, el opositor Juan Guaidó como presidente interino.
En una reunión de la asamblea general de la ONU en Ginebra, realizada el día de ayer, el país latinoamericano fue elegido para uno de los 14 nuevos escaños en el cuerpo de 47 miembros, beneficio que el gobierno de Nicolás Maduro ha aclamó como un «logro importante».
China, Cuba y Rusia continúan apoyando a Maduro, mientras que otros, incluido México, han pedido un diálogo entre ambas partes, por lo pronto, Brasil y Venezuela ganaron los dos escaños latinoamericanos en el organismo de derechos que estaban en juego.
Detractores señalan que una Venezuela en el consejo de derechos humanos es una «burla» del presidente Nicolás Maduro
Trascendentalmente son estos dos países de quienes el informe presentado por Michelle Bachelet, a acusado de cometer tortura, asesinatos extra judiciales e intimidación de ciudadanos, Costa Rica anunció su propia candidatura solo este mes en un intento por evitar que Venezuela obtenga un mandato de tres años.
Los delegados en la cámara aplaudieron la votación, en la que Brasil obtuvo 153 votos, Venezuela 105 y Costa Rica 96, hace un par de días, Louis Charbonneau de Human Rights Watch instó a los estados miembros a votar en contra de Venezuela.
«Un voto por Venezuela es un voto por la tortura, el asesinato y la impunidad que se han convertido en marcas registradas del gobierno del presidente Nicolás Maduro», expresó, y lo calificó de «una bofetada a los millones que han huido del país».
En septiembre, ACNUR anunció planes para enviar una misión de investigación a Venezuela para investigar presuntas violaciones de derechos humanos, medida que el gobierno de Maduro denunció, de los varios candidatos que compiten por escaños de ACNUR, tienen registros de derechos problemáticos.
«Ahora que los estados miembros de la ONU tienen una opción, no hay excusa posible para votar por Venezuela», afirmó Charbonneau y añadió, “muchos venezolanos enfrentan condiciones humanitarias extremas, y son innumerables víctimas que nunca lograron salir”, fueron usadas para lograr el no nombramiento de Venezuela.
Cincuenta y cuatro organizaciones internacionales y venezolanas, incluida Human Rights Watch, declararon a Venezuela no apta para ser miembro del consejo el 10 de octubre, la resolución 60/251 de la asamblea general de la ONU, que creó el consejo de derechos humanos, insta a los estados que votan por los miembros a «tener en cuenta la contribución de los candidatos a la promoción y protección de los derechos humanos».
Esto se aplica a sus esfuerzos para promover y proteger los derechos humanos, en casa y en el extranjero, los miembros del consejo deben «mantener los más altos estándares en la promoción y protección de los derechos humanos» y «cooperar plenamente con el consejo».
“Venezuela no cumple con esos estándares mínimos”, indicó Charbonneau, pues, “más de 4 millones de venezolanos han huido del país para escapar de la emergencia humanitaria y la crisis política, económica y de derechos humanos”.
Dos de las cinco regiones geográficas de la ONU no tienen competencia para los escaños del consejo, lo que significa que la victoria de sus candidatos es en gran medida una conclusión inevitable en la votación secreta.
«Los estados miembros de la ONU no deberían recompensar a los gobiernos abusivos con escaños en organismos importantes como el consejo de derechos humanos», indicó Charbonneau, “ningún gobierno es perfecto, pero Venezuela claramente se uniría al consejo con el fin de protegerse a sí mismo y a sus aliados de las críticas legítimas. Cuando los estados miembros marcan sus papeletas, deben hacer que derrotar a Venezuela sea una prioridad”.
Además de Brasil y Venezuela, por Latinoamérica y Caribe, fueron elegidos por voto secreto Libia, Mauritania, Namibia y Sudán (por África); Indonesia, Japón, Islas Marshall y la República de Corea (por Asia-Pacífico); Armenia y Polonia (por Europa Oriental); y Holanda (por Europa Occidental y otros países).
