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Continúa conflicto en la frontera Colombo Venezolana

Los enfrentamientos entre el gobierno y la oposición dejan 4 muertos

Luego de tres días del concierto que se organizara para recabar fondos para Venezuela, el día sábado se desato una arremetida contra la frontera con el fin de introducir a la fuerza la ayuda humanitaria proveniente de los Estados Unidos al país petrolero, pero el conflicto en la frontera más que ayudar a paliar la situación ha dejado como saldo 4 muertos y cientos de heridos en tan solo 2 días.

El líder de la oposición venezolana Juan Guaidó se reunirá el día de hoy con el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, después de pedir a varios países considerar «todas las opciones» para quitar al presidente Nicolás Maduro del poder.

La petición de Guaidó sucede después de dos días de violencia, cuando simpatizantes de la oposición han pasados horas tratando de romper el bloqueo del gobierno de Maduro y llevar alimentos y suministros médicos a Venezuela, al menos cuatro personas han muerto y hay más de 300 heridos.

«Los acontecimientos de ayer obligan a tomar una decisión,» afirma Guaidó en Twitter, «proponer formalmente a la comunidad internacional que debemos mantener todas las opciones abiertas para lograr la liberación de nuestra patria».

Pence anunciará «medidas concretas» y «acciones claras» en una cumbre del grupo regional de Lima en Bogotá el día de hoy, comentó un oficial estadounidense a los periodistas el domingo.

«Lo que sucedió ayer no va a disuadirnos de conseguir llevar ayuda humanitaria a Venezuela», respondió el funcionario.

Otro alto oficial previamente comentó que Estados Unidos estaba dispuesto a traer nuevas sanciones en Venezuela si los intentos de entregar ayuda fueran recibidos con violencia.

Pence tendrá una reunión uno a uno en Bogotá con Guaidó, que Estados Unidos ha reconocido como presidente provisional de Venezuela.

A los 35 años, la transformación de la política venezolana y con una oposición fracturada e ineficaz, este se declaró líder legítimo del país en enero y ha dicho repetidamente que su enfoque es de una pacífica transición y con nuevas elecciones.

Pero sus comentarios el sábado plantearon inquietudes que podría considerar una intervención militar y pronto fueron recogidos por todos entre ellos al senador de Florida Marco Rubio.

«Los delitos graves cometidos hoy por el régimen de Maduro han abierto la puerta a varios potenciales acciones multilaterales que están sobre la mesa», declaró Rubio en respuesta a Guaidó, también a través del Twitter.

En la mañana del domingo, agregó: «la voluntad de muchas naciones para apoyar más acciones multilaterales para desalojarlos ha aumentado dramáticamente», gracias a los eventos que se han forzado en la frontera del país.

Conflicto en la Frontera.
El conflicto que comenzó el sábado en el intento de forzar la entrada de la ayuda, se ha mantenido hasta tarde el domingo.

El conflicto se ha degenerado hacia una inevitable confrontación

El secretario de estado de Estados Unidos Mike Pompeo fue más circunspecto, diciendo: «más acción se pueden contemplar» en la reunión del lunes del grupo regional de Lima, en la capital colombiana de Bogotá, pero centrándose en las sanciones, la ayuda humanitaria y las acciones de los venezolanos.

«El pueblo venezolano será en última instancia, creo que responsabilizar, pero dirigiéndose a quienes han hecho tanto daño a los derechos básicos fundamentales de las personas en Venezuela,» indicó a los medios de la nación.

Al funcionario que habló el domingo sobre la visita de Pence a Bogotá se le preguntó si Estados Unidos proporcionaría ayuda militar, si fuese solicita por Guaidó y este afirmó que: «en última instancia, sería una decisión del presidente».

Siempre ha habido personeros de la oposición venezolana que han hecho un llamado a la intervención militar, como en el enfrentamiento encendido del sábado, algunos en la multitud que trataban de empujar la ayudan a cruzar la frontera pedían el uso de la fuerza en el lugar.

«Necesitamos una intervención militar», gritaban los simpatizantes de la oposición, en el puente Francisco de Paula Santander, que une a Cúcuta en Colombia con la ciudad venezolana de Ureña, una llamada que fue recibida con aclamaciones de los demás a su alrededor.

David Smolansky, líder de la oposición en exilio, cercano amigo y aliado de Guaidó, insistió en que no pedían las tropas sobre el terreno, «todavía es un movimiento pacífico», afirmó, «la violencia de ayer procedía de las bandas armadas de partidarios del gobierno y las fuerzas de seguridad».

Pero presionado sobre si apoyaría la intervención militar en el futuro, él se negó a descartarla: «la única opción que tenemos es restaurar la democracia y la libertad con la presión interna y externa».

Analistas advierten que hay un grave riesgo de caer en conflictos armados, afirmaban muchas de las personas que empujando la intervención están subestimando el costo y el posible impacto de enviar tropas extranjeras a Venezuela.

«Desgraciadamente las probabilidades de que la crisis valla en aumento a un conflicto armado siguen siendo muy reales», explica Geoff Ramsey, director asistente para Venezuela en la oficina de Washington sobre América Latina, «creo que hay actores en ambos lados que realmente creen que el conflicto armado podría ser deseable”.

“El riesgo más evidente sería que se degenerara en un conflicto armado interno, una intervención sería sangrienta, costosa y es probable que se basaría en algún tipo de ocupación a mediano o largo plazo que tendría grupos insurgentes en contra».

Los debates sobre la intervención militar en Venezuela se han centrado en gran medida en la posición irrestricta de las fuerzas armadas venezolanas, pero también en que hay cientos de miles que están armados, grupos de partidarios del gobierno y guerrilla colombiana.

Ramsey estima que puede haber entre 500 mil y 2 millones de miembros de las milicias informales, muchos viejos y con mala formación, pero si incluso el 10% podría ser movilizado para luchar por Maduro, sería una poderosa fuerza.

El grupo de las FARC que desestabilizó a Colombia durante décadas sólo tenía alrededor de 18 mil combatientes en su apogeo.

Fuente
Reuters

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