
Los secuestradores piden 1 millón de dólares para soltarlos
Los siete sacerdotes católicos secuestrados, son retenidos por bandas criminales, sólo por un rescate. Haití, los secuestros por rescate han aumentado en los últimos meses a medida que las pandillas ganan influencia en medio de una crisis política.
Los siete sacerdotes, miembros del clero católico, cinco de ellos haitianos y dos franceses, fueron secuestrados en un barrio de Haití, indicó el portavoz de la conferencia episcopal para la nación insular.
Dos monjas y cinco sacerdotes cayeron secuestrados por la mañana en Croix-des-Bouquets, una comuna al noreste de la capital Puerto Príncipe. Mientras se dirigían «a la instalación de un nuevo párroco».
Los secuestradores exigieron un rescate de 1 millón de dólares por el grupo, que incluye a un sacerdote francés y una monja francesa, agregó.

El secuestro de los sacerdotes ha despertado la indignación en todo el país
Los secuestros por rescate han aumentado en los últimos meses en Puerto Príncipe y otras provincias. Lo que refleja la creciente influencia de las bandas armadas en la nación caribeña, que se ha visto sacudida por los recientes disturbios políticos.
La conferencia haitiana de creyentes indicó en un comunicado que a otras tres personas también las secuestraron al mismo tiempo.
En marzo, el gobierno haitiano declaró el estado de emergencia de un mes para restablecer la autoridad estatal en las zonas controladas por pandillas, incluso en la capital.
La medida se motivó por las acciones de las bandas armadas que «secuestran a la gente para pedir un rescate, lo declaran abiertamente. Roban y saquean bienes públicos y privados, y se enfrentan abiertamente a las fuerzas de seguridad pública», según el decreto presidencial.
El público también ha respondido al aumento de la delincuencia. Cientos de manifestantes la semana pasada reuniéndose en la capital contra el creciente poder de las pandillas.
El aumento de la violencia de las pandillas y la inestabilidad política han llevado recientemente a los manifestantes a las calles de Puerto Príncipe.