El gobierno norteamericano niega trato especial a los disidentes de Maduro
Mientras la crisis en Venezuela de enrevesa más y más, la casa blanca y los funcionarios de Donald Trump en repetidas ocasiones han dado expresiones de apoyo a los habitantes del país, pero ese tipo de comentarios están en contraste absoluto con la pobre ayuda que el gobierno de Estados Unidos está dando a los venezolanos que buscan refugio dentro de esa nación.
Por ahora las naciones unidas han estimado que 5,3 millones de venezolanos habrán huido a finales de 2019, pero la administración de Trump ha resistido a las llamadas de asilo y con él, todos los de los republicanos, sobre quienes pesa crear el programa de inmigración, para esa pequeña porción de venezolanos que buscan protección en los Estados Unidos.
Por el contrario, sus esfuerzos se han enfocado de Trump de empujar al líder de la oposición, Juan Guaidó a sustituir a Nicolás Maduro, repitiendo las llamadas para de «libertad» de los venezolanos, que se enfrentan a la escasez crónica de alimentaria y de medicamentos en un país que se derrumba.
La administración ha resistido a usar “Temporary Protected Status” o TPS, una designación que permite a las personas de una cierta nacionalidad a permanecer en los Estados Unidos debido a circunstancias extraordinarias en su país de origen.
Trump también ha ignorado su capacidad para dar prioridad de población especial en su sistema que no distingue entre los refugiados, pues los solicitantes de asilo y las personas que los representan, han advertido a los venezolanos que se encuentran atrapados en un ciclo de retraso de la tramitación o denegación absoluta de casos legítimos.
«Aquí tienes el prestigio de la administración con los venezolanos en busca de libertad, así como la prohibición de buscar la libertad en los Estados Unidos,» indicó Nazanin Ash, vicepresidente de políticas y promoción del International Rescue Committee, IRC.
«Lo que esta administración ha demostrado una y otra vez en los últimos años es que la crisis y la vulnerabilidad… no han sido los factores que les han trastocado», afirmó Ash.
La opción más directa del gobierno de Donald Trump es el TPS, que puede ser señalada unilateralmente por el secretario de seguridad nacional, y con el proteger a 72 mil venezolanos que actualmente están en los Estados Unidos, según el IRC.
Trump también puede utilizar un programa similar, el DED, con la salida de impuestos diferidos, para evitar que la gente sea deportada por una cantidad específica de tiempo, Sin TPS o DED, los venezolanos también pueden pedir asilo, si cumplen con el umbral de temer persecución debido a su raza, religión, nacionalidad, opinión política o grupo social.
Pero la pobreza o la falta de alimentos y medicinas que se necesitan para un niño enfermo no reuniría ese umbral, y de febrero de 2018 a enero de 2019, más de 25 mil venezolanos buscaron asilo en los Estados Unidos, más que de cualquier otro país, según archivos del gobierno.
Y no son venezolanos los que buscaron asilo en las audiencias de deportación, pues a diferencia de las multitudes de centroamericanos que buscan asilo en la frontera, los casos de peticiones de asilo en el tema de Venezuela, implican mayoritariamente personas que ya están en Estados Unidos, probablemente llegados con una visa legal.
Francisco Sandoval fue profesor y abogado para los opositores al precursor de Maduro, Hugo Chávez, Sandoval indicó también que lanzó rocas a los Chavistas durante mítines políticos en el 2000, algo que ahora lamenta.
Con 51 años de edad huyó de Venezuela el año pasado porque temía persecución política y teme por su salud después de pasar sin medicina para una condición médica crónica, potencialmente mortal durante tres meses.
Ha sido voluntario en NYC servicios legales, traducción de documentos legales y asistencia a los venezolanos, pero su solicitud de asilo se encuentra en el limbo, después de una entrevista en diciembre y ha vencido la visa de turista con la que solía viajar a los Estados Unidos.
Trump aprieta a la Venezuela de Maduro, pero no siente atrición por los que se logran escapar de ella
La administración de Trump ha caracterizado el asilo como como un programa de maltratados, plagado de lagunas, pero Sandoval insiste en que este es su último recurso, «nunca quise venir aquí», explica, «tenía una vida allá. Tuve una vida hermosa, era alguien, por lo tanto, ¿voy a empezar otra vez a esta edad?»
Él como muchos, espera que el presidente Maduro sea derrocado pronto, así podrá volver a casa, pero mientras tanto, está en constante contacto con su esposa, hija y madre de 89 años de edad a través de WhatsApp.
No puede hablar sobre ellos sin llorar, sus doctores en los Estados Unidos le dijeron que necesita tratamiento para la depresión, pero él no ve ninguna solución a su tristeza que no sea ser reunido con su familia o regresar a una versión más segura de Venezuela, «con mi esposa y mi hija, sería un tratamiento mejor que cualquier droga», expresó Sandoval.
Otra de las que navega en medio del limbo es Rebecca Press, una abogada de migración de Nueva York que ha representado cerca de 18 venezolanos en los últimos 18 meses, e indica que muchos venezolanos no necesitan TPS porque sus solicitudes de asilo son fuertes.
«Tengo muchos ejemplos notorios de personas con disparos, ataques físicos, muertes repetidas durante varios años, a los que se les disparó durante reuniones con la oposición política, seguidas de daño físico» comentaba, la mayoría de los casos fueron negada por un oficial de asilo y enviado a la corte de inmigración, donde podría tomar años, debido a la acumulación masiva de casos.
«Desde mi perspectiva” resulta chocante que esto sea una rutina dada la fuerza de las aplicaciones que han sido remitidas a la corte de inmigración, informó Press, «es repugnante», pero también refleja la brecha entre lo que está haciendo el gobierno de Estados Unidos y lo que dice.
Desde que es presidente Trump, ha tuiteado sobre Venezuela más de 21 veces, más que las que ha hecho sobre el resto de América del sur combinado, en febrero, Trump escribió en Twitter: «el pueblo de Venezuela está de pie por la libertad y la democracia y ¡los Estados Unidos de América está de pie a su lado!»
El Departamento de estado dijo en un correo electrónico que los Estados Unidos son el mayor donante de la respuesta a la crisis humanitaria en Venezuela, después de haber pasado más de 256 millones de dólares desde 2016 finales.
«Estamos enfocados en la transformación en Venezuela y conseguir que ese país entre en la carretera de la estabilidad en beneficio de todos los venezolanos», aunque la casa blanca no respondió a una solicitud de comentarios, pero sin programas de inmigración dirigidas a los venezolanos, Sandoval y otros como él están en riesgo de ser deportados cuando expiran sus visados.
Elliott Abrams, que lleva los “esfuerzos diplomáticos” a Venezuela, ha advertido que las deportaciones se reflejarán mal en el gobierno de Estados Unidos, «tenemos que evitar absolutamente cualquier deportación no criminal a Venezuela, mientras que se resuelve la situación, enviar alguna familia a ahora nos haría maquiavélicos a todos».
