Este mes entro en vigor la decisión de la administración de Donald Trump de separar a menores migrantes de sus padres, si estos cruzaban la frontera entre México y los Estados Unidos en forma ilegal, hecho que ha contundido a gente de todo el mundo que jamás imaginaron, hasta donde era capaz de llegar el presidente norteamericano, la sociedad universal enfrentó aireadamente las políticas conservadoras del mandatario y le plantó cara, hasta lograr que la traumática medida fue derogada.
A pesar que el presidente Trump, firmó ayer la orden ejecutiva en la que se determinaba por decreto que se juntara a las familias con sus hijos, el debate iniciado sigue sin dar tregua y ha trastocado las conciencias de los ciudadanos estadounidenses y del extranjero, que pensaban que el presidente estadounidense no podía ir más lejos en sus políticas, esas que prometió en campaña y llevaba en su programa electoral, y la muestra más fehaciente de ello lo determina la polémica portada que la revista Time ha colocado en la edición que salió el día de hoy a la venta.
En ella se muestra a una niña hondureña que mira suplicante, llorando, al gobernante, impasible ante su dolor, la diferencia entre las estaturas de la minúscula menor y el imponente y aterrador presidente, sólo hacen alegoría de los muchos temores que corren por las venas de los migrantes que prefieren enfrentarse a las políticas del republicano, a regresar a sus países de origen.
La portada totalmente roja, como la vergüenza que manifiestan los norteamericanos ante la medida gubernamental, sólo se rompe ante el titular que, por contraste, es como un portazo a la conciencia y que escribe «Bienvenidos a América».
Una política equivocada y que no solucionó nada
El desmedido y beligerante Donald Trump, que ha mantenido una especie de bullying diplomático y una exagerada retórica en las redes sociales, siempre ha expuesto orgulloso las portadas que la revista Time publica con él como centro de atención, aunque en este caso no es seguro que la última no forme parte de las otras que llenan la pared en su club de millonarios.
La potente imagen de la portada muestra al jefe de la Casa Blanca mirando a una niña llorosa de dos años junto al letrero «Bienvenido a América», la fotografía tomada como base para la escena fue tomada en la frontera entre los Estados Unidos y México por el fotógrafo de Getty John Moore la pasada semana y en su entorno original revelaba a la angustia de la niña hondureña, mientras su madre era registrada y detenida por una agente de migración.
La imagen tomada por Moore en el Valle del Rio Grande, se ha convertido en un símbolo definitorio del impacto de la política de inmigración de la administración Trump, la niña representa un pequeño punto color de rosa en la oscuridad de la noche, desesperada y asustada, explica Moore.
“La respuesta del público a las fotografías de esta niña asustada de Honduras ha sido abrumadora para mí. Pensé que compartiría las imágenes que condujeron al momento clave que tocó a muchos de ustedes… La madre dijo que habían estado viajando durante un mes para llegar a los Estados Unidos y acababan de cruzar el Río Grande desde México… y luego fueron transportados a un centro de procesamiento de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos” afirma el fotógrafo.
“La política de «tolerancia cero» de la administración Trump para inmigrantes indocumentados exige la separación frecuente de padres e hijos mientras se resuelven sus casos de asilo político, un proceso que puede llevar meses o años”, el mismo reportero, expresó que el retrato lo conminó desde el primer momento.
«Como fotoperiodista que cubre esta historia durante años, y como padre de tres niños, incluido un niño pequeño, personalmente fue muy difícil para mí fotografiar», completó Moore.
Después de una enorme reacción negativa del público, Trump firmó una orden ejecutiva que revocaba la política, pero no sin antes hacer el colofón a la trágica medida, la controversial Melania Trump, visitó ayer durante el día, las instalaciones donde se tenían retenidos a los menores capturados en la frontera y aunque se mostró sensible ante la situación de los niños, usó desdeñosamente una chaqueta que llevaba escrito “ Realmente no me importa, y a ti”, sin duda son una pareja hecha en el cielo.
