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Otis deja Acapulco en ruinas y un rastro de destrucción en México

El ciclón, categoría 5, se intensificó rápidamente y golpeó con fuerza el puerto de Acapulco, dejando 50 fallecidos y miles de damnificados

Acapulco, uno de los destinos turísticos más famosos de México, se convirtió en la madrugada del miércoles en el escenario de una pesadilla. El huracán Otis, que se formó en el Pacífico, se intensificó de forma inesperada y alcanzó la máxima categoría en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 330 km/h y rachas de hasta 400 km/h.

El ciclón tocó tierra cerca de la ciudad de Acapulco a la 1:25 a.m. hora local, provocando una devastación sin precedentes. El impacto de Otis fue tan fuerte que arrancó árboles, postes, techos y fachadas, volcó vehículos, derrumbó edificios y hoteles, e inundó calles y viviendas.

El aeropuerto internacional de Acapulco y el puerto quedaron inoperativos, al igual que las comunicaciones y los servicios básicos. Miles de personas tuvieron que ser evacuadas o rescatadas de sus refugios improvisados. Al menos 50 personas perdieron la vida y otras 200 resultaron heridas, según el balance provisional de las autoridades.

El huracán Otis también causó daños en otras zonas del estado de Guerrero y en los estados vecinos de Oaxaca, Michoacán y Colima. Sin embargo, fue en Acapulco donde se concentró la mayor parte de la tragedia, mientras que el ojo del ciclón pasó por encima de la ciudad.

Otis deja Acapulco en Ruinas.
Los expertos coinciden en que Otis fue un fenómeno meteorológico excepcional, que se intensificó rápidamente gracias a las condiciones favorables.

Otis sometió ha Acapulco y sus más de un millón de habitantes a los vientos más potentes de su historia reciente

Los expertos coinciden en que Otis fue un fenómeno meteorológico excepcional, que se intensificó rápidamente gracias a las condiciones favorables que encontró en su trayectoria.

La tormenta perfecta, descubrió la ciudad con una temperatura del agua superior a los 28 grados centígrados y una baja cizalladura del viento. Según el Centro Nacional de Huracanes, la tasa máxima de intensificación de Otis fue de 196 kph en 24 horas, hasta las 11 p.m. hora del este del martes. La segunda tasa más alta en el hemisferio occidental, superada solo por un aumento de 193 kph del huracán Patricia en la costa del Pacífico de México en 2015.

Otis deja Acapulco en Ruinas.
Hoteles y departamentos, quedaron completamente destruidos e inviables por la violencia de los vientos.

Un huracán es un tipo de ciclón tropical, que se forma sobre los océanos tropicales o subtropicales. Un huracán se alimenta del calor y la humedad del agua y puede generar vientos muy fuertes, lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas e inundaciones.

La categoría 5 es la máxima categoría en la escala Saffir-Simpson, que mide la intensidad de los huracanes según la velocidad de sus vientos. Un huracán es de categoría 5 cuando sus vientos sostenidos superan los 252 km/h, siendo los más destructivos y peligrosos, que pueden causar daños catastróficos.

Ya se decretó la emergencia en el estado de Guerrero y especialmente en Acapulco, uno de los principales centros turísticos de México. Pero, se estima que se necesitarán varios meses o años para recuperarse de los efectos del ciclón.

Fuente
YalenClimaConectionsTNPublimetro

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