Mientras disminuyen las protestas, activistas son perseguidos por ola de arrestos
Han comenzados los arrestos de quienes encabezaron las marchas pacíficas y actividades culturales durante la reciente huelga nacional en Colombia. Muchos temen las represalias del gobierno de Duque.
Los arrestos, están acompañados por órdenes de aprehensión que dicen «terrorismo». También, intento de homicidio. Además de otros cargos penales. Estos, se enfrentan a más de 40 años de prisión.
A todos los arrestos, los tomaron desprevenido. Señalados de participar en la llamada primera línea. Este colectivo de protesta suelto que es atacado por el presidente Iván Duque y su partido político de derecha, el centro democrático.
«Parece que la fiscalía general no hizo una investigación profunda», señalan los medios. «Tan sólo capturaron a quien fuera más visible durante las protestas».
La ola de arrestos, es un sin sentido de un gobierno arbitrario
A finales de abril, jóvenes de la clase trabajadora se armaron con piedras y escudos improvisados para proteger a los manifestantes de la policía. Llegaron a ser conocidos como la primera línea.
A medida que las protestas continuaron, asumieron roles más prominentes que dividieron a la opinión pública. Levantando barricadas, enfrentándose casi todas las noches con la policía y negociando demandas con funcionarios locales.
Los manifestantes de la primera línea establecieron bloqueos y se apoderaron del control de varias cuadras a las que la policía prohibió el ingreso. Las clases de arte, los debates políticos y las asambleas democráticas se convirtieron en eventos regulares en estos «puntos de resistencia».
Pero ahora, en la medida que las manifestaciones se disipan, se comenzó una represión masiva contra estos manifestantes. Con al menos 178 detenidos, según las autoridades. Muchos enfrentan una variedad de cargos criminales, incluido el de «terrorismo», que podrían dejarlos tras las rejas durante décadas.
Las autoridades atribuyen gran parte del vandalismo y crímenes, que supuestamente, tuvieron lugar durante las protestas de la primera línea. Una afirmación que se ha utilizado para justificar la ola de arrestos.
Los investigadores están buscando chivos expiatorios del movimiento con el fin de debilitar su influencia. Mientras que algunos creen que manifestantes inocentes podrían ser arrastrados por operaciones dirigidas al grupo. Otros señalan una campaña abierta de persecución en marcha.
