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Argentinos rechazan el cerdo asiático

Un plan para la producción de cerdos de miles de millones de dólares auspiciado por China fue recibido con odio por argentina

Un plan patrocinado por el gobierno para impulsar la industria del cerdo argentina con capital chino está generando una resistencia sin precedentes entre sus supuestos beneficiarios: el público en general argentino. Cerca de 400 mil personas han firmado peticiones opuestas a la medida.

«Nunca antes habíamos tenido una respuesta tan grande», señaló el abogado ambientalista Enrique Viale, uno de los grupos que se unieron el mes pasado para desafiar la iniciativa del gobierno. Su petición tiene actualmente 200 mil firmas; otra en change.org tiene casi 120 mil firmas adicionales, y tres peticiones separadas en la misma plataforma han registrado otras 55 mil entre ellas.

El plan de convertir a Argentina en uno de los principales proveedores de carne de cerdo de China está siendo vendido al público por las autoridades como una inversión de 3 mil 500 millones de dólares que generará 2 mil 500 millones de dólares en exportaciones anuales de carne de cerdo y proporcionará 9 mil 500 nuevos puestos de trabajo.

China espera que la carne de cerdo sudamericana pueda compensar sus pérdidas de magulladuras después de la reciente propagación de la peste porcina africana, ASF, a través de sus propios rebaños de cerdos, matando a millones de animales. Una encuesta realizada a 1 mil 500 granjas porcinas chinas el año pasado mostró que el 55% había abandonado los planes de volver a criar cerdos debido al riesgo de enfermedades futuras.

Cerdo Chino en Argentina.
El cerdo tiene una capacidad única para incubar virus que pueden rebotar entre humanos, aves y cerdos, intercambiando genes en un proceso llamado «reacondicionamiento», razón por la cual algunos epidemiólogos consideran a los cerdos potenciales «vasos mezcladores» para pandemias futuras mortales.

La cría industrial de cerdo es el caldo de cultivo ideal para la propagación de patógenos y la aparición de nuevas enfermedades infecciosas

Funcionarios chinos y argentinos están haciendo un marco para convertir a Argentina en una potencia del cerdo con la instalación de 25 granjas de cerdos de unas 12 mil 500 cerdas cada una para abastecer el creciente apetito de China por la carne de cerdo.

Esto prácticamente duplicaría las actuales 350 mil cerdas de Argentina y aumentaría la producción de 700 mil toneladas anuales en la actualidad a 900 mil toneladas dentro de cuatro años. Cada planta será una instalación integrada, desde el procesamiento de granos para piensos para animales hasta la cría de cerdos, el matadero y el envasado.

Pero el precedente de la ASF no encaja bien con los ambientalistas locales. «Casi se podría decir que China está externalizando el riesgo de que se repitan esos brotes moviendo la producción en alta mar», indicó el biólogo Guillermo Folguera.

Con Argentina en las garras de una situación de coronavirus en rápida escalada el país ocupa ahora el sexto lugar en el mundo en el número de nuevos casos diarios, muchos argentinos desconfían del riesgo para la salud que representa la cría de cerdos a escala industrial. «Las granjas de cerdos producen patógenos, bacterias y virus que pueden pasar de los animales a los seres humanos», señaló Folguera.

La autora ambiental Soledad Barruti, quien entregó las 200.000 firmas a funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores que se manejan de las negociaciones de China, dijo: «La sensibilidad pública se ve aumentada por la pandemia de coronavirus, que se originó a partir del contagio de animales.

Así que no es sorprendente, teniendo en cuenta cómo la agricultura intensiva de cerdos a gran escala ya está asociada en la mente del público con la propagación de enfermedades, que muchos están rechazando la idea».

Fuente
3Tres3InfoBaeIProfesionalLaIzquierdaDiario

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