El sistema de salud del Brasil colapsa y Perú, Ecuador y Colombia le siguen de cerca
Los sistemas de salud de algunas partes de América Latina están empezando a ser castigados bajo la tensión del coronavirus, al ejemplo, expertos brasileños están advirtiendo que los sistemas de salud en cinco estados multitudinarios se están desmoronando, mientras el jefe del grupo de trabajo peruano contra el Covid-19 admite que el país está «en mal estado».
A pesar que las tasas de infección han estado disminuyendo en Asia y partes de Europa, la pandemia sigue aumentando en América Latina, donde Brasil, que ahora ha superado al Reino Unido como el tercer país cuya salud ha sido más afectada en el mundo, registró un récord de 1 mil 179 nuevas muertes el martes por la noche, con lo que su total asciende a 18.894, el mayor número diario de casos antes del martes había sido de 881 muertes el 12 de mayo, y el país tiene actualmente 293 mil 357 casos, lo que lo sitúa solo por detrás de Estados Unidos y Rusia.
Perú es el segundo país latinoamericano más afectado, con 104 mil 20 casos y un número de muertos de 3 mil 24, según cifras oficiales del martes, para el viernes pasado, las unidades de cuidados intensivos de la capital y en general el sistema de salud, en Lima, operaban al 80% de su capacidad.
En el vecino Chile, más del 90% de las camas de cuidados intensivos estaban llenas la semana basada en la capital, Santiago, y se habían cavado más de mil tumbas de emergencia en el cementerio principal de la ciudad. Funcionarios en Perú y Chile están planeando tratar de aliviar la tensión al sistema de salud de las principales ciudades, moviendo a los pacientes a hospitales regionales más pequeños, pero al hacerlo correrían el riesgo de propagar el virus.
El miércoles, el estado más afectado de Brasil, Sao Paulo, afirmó que esperaba que su sistema de salud demasiado estirado colapsara en tres semanas. Los especialistas en salud indicaron que la situación en el país se estaba descontrolando. «Brasil perdió su camino para responder a la pandemia», explicó Claudio Maierovitch, jefe de un grupo de epidemiología y vigilancia de la salud en el instituto de investigación del gobierno de Fiocruz en Brasilia.
Maierovitch expresó que los sistemas de salud sobrecargados en cinco estados se estaban derrumbando, y agregó que la predicción de tres semanas de Sao Paulo parecía «optimista». Brasil ha perdido a dos ministros de salud en menos de un mes, mientras que el presidente, Jair Bolsonaro, ha restado importancia sistemáticamente a la gravedad de la pandemia.
Perú, como los otros países de la región está en mal estado, bajo una cruel guerra
A medida que el virus se propaga por todo el interior de Brasil, los médicos están haciendo lo mejor que pueden. La ciudad amazónica de Tefé, en el estado de Amazonas, que se encuentra con un duro impacto, no tiene camas de cuidados intensivos: las más cercanas se encuentran en la capital Manaos, a 550 km, donde los hospitales sobrecargados han rechazado a los pacientes. El hospital local ha tenido que improvisar su propia unidad con cinco respiradores, según su especialista en enfermedades infecciosas, Laura Crivellari que, agregó: «Estamos casi al límite».
Bolsonaro ignoró el nuevo número de muertos récord el martes por la noche durante una entrevista en Facebook Live. En su lugar, hiso una broma después de anunciar un nuevo protocolo gubernamental que aprueba el uso de cloroquina e hidroxicloroquina para pacientes de Covid-19 que sufren síntomas más leves. La cloroquina se administra actualmente sólo a aquellos que están gravemente enfermos. «El ala derecha toma cloroquina, el ala izquierda toma Tubáina», indicó, refiriéndose a una bebida gaseosa.
Los estudios de salud han demostrado que el medicamento no es eficaz para pacientes graves e incluso presentó «riesgos potenciales para la seguridad». «No hay pruebas. Dicen que funcionan, pero no muestran los resultados», afirmó Ana Ribeiro, coordinadora de servicios epidemiológicos del hospital Emílio Ribas de Sao Paulo.
Bolsonaro finalmente reconoció el número de muertos en un tweet el miércoles, escribiendo: «Días difíciles. Lloramos a los que nos dejaron», Su aliado, Donald Trump, alude a la situación en Brasil después de una reunión del gabinete el martes, y señaló que estaba considerando una prohibición de viajar. «No quiero que la gente venga aquí e infecte a nuestra gente», afirmó. «Tampoco quiero que la gente de allí esté enferma».
Funcionarios de la organización Panamericana de la salud han expresado su preocupación por la propagación del virus en la región triple fronteriza entre Brasil, Perú y Colombia. También han pedido medidas especiales para proteger a las poblaciones vulnerables de las minorías indígenas y las regiones más pobres.
Si bien las altas cifras del Perú podrían reflejar pruebas cada vez más segmentadas en lugar de una tendencia subyacente, el aumento de nuevos casos es innegable. La semana pasada, el presidente del país, Martín Vizcarra, indicó que Perú había realizado 600 mil pruebas de coronavirus, «mucho más que cualquier otro país de la región, en comparación con Brasil, Argentina, Colombia, Chile; países con una población aún mayor que Perú».
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